TELEVISIÓN ONLINE – SI NO PUEDES CON EL ENEMIGO...
Sobra ya decir el grado hasta el cual Internet ha revolucionado la manera de ver la televisión. Discusiones legales y políticas aparte (que darían para mil tesis doctorales), queda cada vez más claro que el consumo de programación online, ya sea por los “malas” (multitud de servicios de descargas y visionado en streaming) como por la buenas (servicios de video bajo demanda como HBO Go, Netflix, Hulu) han cambiado los hábitos de los espectadores, a ambos lados del charco, hasta el punto que los proveedores de contenidos se han visto abocados a restringir su estrategia al respecto. Y desde luego, ya no sólo con las series de televisión, sino con buena parte de la programación, tanto la más seriada (realities, docu soaps) como la más cotidiana, la más ligada al consumo tradicional (informativos).
A medida que YouTube, la plataforma de video en streaming más popular con mucha diferencia, introducía cada vez más restricciones de contenido, a la par que las leyes contra la piratería y las descargas se iban endureciendo, sin ser España desde luego la excepción, la implantación de la TDT acabó trayendo consigo, paralelamente, el asentamiento de la televisión a la carta. “Si no puedes con el enemigo, únete a él”, como bien reza nuestro refranero. Aunque el ejemplo más claro al principio fue la televisión pública, de lo cual la medida se puede deducir como poco menos que una obligación, una necesaria adaptación a los tiempos que corren, las cadenas privadas no se quedaron atrás y se dieron cuenta de que debían redefinir su postura de cara al consumo fraudulento, y pasar a darle directamente al espectador los contenidos que desea y cuando lo desea, antes de que los intente obtener por otras vías.
En Estados Unidos existen desde hace tiempo dos grandes exponentes de este fenómeno, como son Netflix y Hulu. La primera funciona como una especie de videoclub a la carta (que creció tanto hasta el punto de lanzarse recientemente a la producción propia), con un inteligente sistema de tarifa plana mensual, mientras que la segunda, ofrece, gratuitamente, buena parte de la programación de ficción de las cadenas generalistas estadounidenses (varias de las cuales se reparten su accionariado)... aunque queda restringida geográficamente a IPs de aquel país. Fórmulas que apenas se han exportado o imitado en España (a excepción del servidor de cine independiente Filmin), donde de momento, la apertura a esta nueva realidad se desarrollo individualmente por cada una de las diferentes cadenas/grupos de comunicación de la parrilla española.
Mediaset España, que desde la fusión de Telecinco y Cuatro cuenta con una decena de canales en la TDT, que se dice pronto, no podía tardar mucho en subirse al carro, y desde finales de 2011 ofrece en Mitele.es una completa plataforma que incluye buena parte de los contenidos emitidos en sus diferentes canales, el visionado en directo de los mismos y la integración de una red social propia para los espectadores que opten por esta forma, legal y gratuita, de consumir televisión a la carta.
