PROCOL HARUM – A WHITER SHADE OF PALE / BSO de ‘APUNTES AL NATURAL’ (1989) de Martin Scorsese

El cineasta italoamericano Martin Scorsese cumple hoy 71 años en medio de una cadena imparable de honores y reconocimientos, pero al mismo tiempo, sin dejar de trabajar por y para el cine, tanto produciendo ficción como documentales (en su amplia mayoría de corte musical, dirigiendo él mismo alguna de esas mismas obras y, desde 2007, restaurando y recuperando para la historia piezas sumidas en la desaparición y el olvido a través de su World Cinema Foundation. Casi medio siglo de trayectoria cinematográfica a sus espaldas, así como su condición de "superviviente" más en forma de aquella maravillosa generación de cineastas que se comió Hollywood en los setenta, avalan la que probablemente sea una de las diez carreras más brillantes e indispensables del Séptimo Arte.

Apuntes al natural (1989) de Martin ScorseseCon la esperanza de poder verlo en vivo en el próximo Festival de Marrakech, en dos semanas, al que espero asistir parcialmente (y si se terciase una entrevista... ¿por qué no?), en el que Marty, como lo llaman coloquialmente, actuará como presidente del jurado, le rendimos un obligado tributo musical con el uso más pasional que ha hecho hasta ahora de la banda sonora, pese a que no prolifera demasiado en las conversaciones y textos sobre selecciones sonoras del neoyorquino. Se trata del hilo musical de Apuntes al natural, la más intensa y lograda de las Historias de Nueva York que reunieron, con (muy) desigual fortuna, a Scorsese, Coppola y Woody Allen a finales de los ochenta, a modo de canto de amor a la cuna del primero y el tercero, que tanto les ha aportado pero también a la que tan bien han retratado ambos,  cada uno a su manera.

Aún considerando que Nick Nolte está un tanto infravalorado y no siempre se le hace justicia como se debe, no le he visto hasta la fecha una interpretación tan redonda como la de este mediometraje, perfecto reflejo de la continua relación de amor y odio entre un pintor de mediana edad y su joven musa. Sobresaliente aparte merece ese momento de inspiración y frenesí a ritmo de Like a rolling stone (en una versión de Bob Dylan con The Band), otro momento de perfecta comunión imagen-música clavado por el cineasta.

Feliz cumpleaños, Marty, y que cumplas mucho más, sin dejar nunca de hacer cine.

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