DIARIOS DE CUARENTENA: ‘PEGGY SUE SE CASÓ’, de Francis Ford Coppola

PEGGY SUE SE CASÓ / Peggy Sue got married (1986) de Francis Ford Coppola

Como un déjà vu

A primera vista, este film de Francis Ford Coppola resultaría un tanto superficial, banal y de planteamiento sencillo, si lo comparamos con sus anteriores incursiones cinematográficas. Cierto es que, para principios de los años ochenta, este gigante contemporáneo del cine había sido el responsable de cuatro de los probablemente cincuenta mejores films de todos los tiempos: El Padrino I y II, La conversación y Apocalypse now cimentaban su legado de cineasta consagrado. Sin embargo, Peggy Sue se casó nos deleita con un encanto singular y mucho más que mero pasatiempo.

Sin dudas un fenómeno grato de estudiar y digno de mención, la aparición de Coppola junto con la de Scorsese, De Palma y Woody Allen trajo al cine hollywoodense un aire de renovación que se hacía pedir a gritos luego de los tumultuosos años sesenta marcados por profundas grietas sociales y recambios generacionales. Aquí, y de modo más relajado que en sus citadas obras maestras, el realizador nos ofrece una comedia desbordante de frescura que nos maravilla con sus alteraciones temporales al mismo instante en que nos hace reflexionar acerca de profundos dilemas existenciales.

El film, impecable en su concepción técnica, entrega un gran trabajo de fotografía y vestuario que ayudan a revestir la historia y darle vida. Peggy Sue se casó rebosa encanto y un aire de cuento fantástico, convirtiéndose en una fábula que atraviesa generaciones. Es notable como Coppola capta el espíritu de la época, no solo a través del comportamiento de los personajes y las mismas localizaciones, sino por cómo logra a través de la música adentrarnos en el clima del relato, ya sea con resonantes éxitos que marcaban tendencia o gracias al acompañamiento puntual de John Barry -ganador de tres Oscar nada menos que por El león de invierno, Memorias de África y Bailando con lobos- cuya labor consigue que la musicalización acompañe al desarrollo con inmejorable ritmo y precisión a disposición de la narrativa.

El verdadero protagonista del film es un joven Nicolas Cage que despuntaba en el cine como un prometedor talento a comienzos de los ochenta, estrella en ciernes que llegó a la pantalla gracias a la inmejorable ayuda su tío, el propio director. Gracias a sus influencias familiares, Cage se convertiría gracias a films como Cotton Club y Birdy en uno de los intérpretes más prometedores de su generación. En el reparto podemos apreciar otras caras muy conocidas y exitosas en la actualidad, apenas principiantes en aquellos lejanos ochenta. Así, encontraremos a una muy joven Helen Hunt, y a los también reconocibles a simple vista Jim Carrey, Sofia Coppola (hija del cineasta) y Joan Allen.

Si, en apariencia, el film plantea de forma sencilla el transcurrir de la vida de una adolescente con el ingrediente fantástico de un viaje en el tiempo, el mismo cobra en su desarrollo una profundidad mayor y un cariz dramático bien definido. Dentro del cuerpo de una mujer adolescente -pero de madura experiencia en su mentalidad- se ponen en juego las elecciones de vida y las segundas oportunidades.

Bajo esta tesitura, Peggy Sue se casó nos habla de dejar atrás el pasado, de la ilusión de lo que potencialmente será y del nostálgico fracaso de lo que pudo haber sido. ¿Hablábamos de superficialidad? En absoluto.

Ficha técnica

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