MÁS ALLÁ DE RIDLEY - 'BLADE RUNNER 2049', de Denis Villeneuve 

BLADE RUNNER 2049 (2017) de Denis Villeneuve

Blade Runner 2049 es a la original lo que los replicantes a los seres humanos. Algo hecho a partir de un ente original, que pretende mejorarlo o por lo menos igualarlo, quedándose en una frialdad artificial. Pero los replicantes han ido mejorando, y al igual que en esta película que nos ocupa, vemos que las diferencias con los humanos son prácticamente nulas. Por lo tanto, ¿estamos ante el ser perfecto? ¿Estamos ante la secuela perfecta?

No sabía qué escribir sobre esta película. Me ha costado dos días sentarme frente al ordenador. Yo, que no soy fan ni de Blade Runner ni del nuevo gurú de la ciencia-ficción, Denis Villeneuve, estaba expectante por esta película. Los tráilers y carteles me daban buena espina. Y sin embargo fui preparado para ver un producto que insultase el legado de Ridley Scott. En absoluto.

Partiendo de la base de que una secuela siempre es innecesaria salvo que se deje expresamente un tema abierto, ¿qué aporta 2049 al clásico de 1982? A priori, nada. Y, por el contrario, todo. Villeneuve ha conseguido expandir la historia sin entrar en conflicto con nada de lo narrado anteriormente (porque el hecho de que Deckard sea viejo puede significar que el tipo de modelo de replicante que sea sí envejezca). Reconstruye el ambiente y la estética de Blade Runner sin caer en el homenaje. TODO en esta película está cuidado al mínimo detalle con un resultado excelente: la fotografía, el arte, la música, el sonido (espectacular sonido, hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un buen trabajo), la elección de planos, todas las pequeñas referencias ocultas y guiños, etc.

Sí que hay algo que no me convenció, y son Ryan Gosling (su cara impasible perfecta para Drive aquí se me queda demasiado plana, aun interpretando a quien interpreta), Harrison Ford (sigue actuando como si no estuviese en la película) y Jared Leto (un papel muy interesante que creo que ha desaprovechado). Por el contrario, todos los actores secundarios están espléndidos, sin duda un gran acierto de casting. Desde la cubana Ana de Armas pasando por Robin Wright, Dave Bautista, Sylvia Hoeks o ese cameo de Edward James Olmos.

Pero una película, por mucho que conforme un orgasmo audiovisual como es esta, necesita algo en qué sustentarse: el guion. Y, narrado con un pulso pausado (exactamente igual que la original), sin hacerse lento ni pesado, esta entrega narra otra historia policial cuyos protagonistas son los blade runner, los replicantes, y los humanos. Otra historia de búsqueda de identidad, de dobles sentidos, cine negro puro y duro, si cabe con más acción que la cinta de Ridley Scott, pero no por oportunismo sino por necesidad. Si hay un pequeño resbalón en el guion es su carácter más previsible de lo esperado, pero para nada eso quita el interés en la trama.

En resumen: es tan parecida a la original en concepto, pero a la vez tan perfectamente disfrutable sin caer en la redundancia de una secuela-homenaje treinta y tantos años después, que acabará en el mismo saco que Blade Runner: ser una obra maestra contemporánea. O la amarás (yo creo que los fans de la original lo harán sin concesión) o la odiarás (si crees que es lenta), pero está claro que Villeneuve ha creado su mejor obra y que perdurará en el tiempo sin perderse como lágrimas en la lluvia. Es hora de creer.

P.D.: Necesito un segundo visionado.

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