XI CURTOCIRCUITO: FESTIVAL INTERNACIONAL DE CORTOMETRAJES (I)

XI CurtocircuitoSantiago de Compostela gusta de considerarse una ciudad cinéfila. Pese a no tener cines en el casco urbano (hasta que los chicos de Numax lo remedien), cuenta con una larga tradición de festivales con gran apoyo popular y recorrido en el tiempo. Este año, el inicio de la temporada festivalera lo marca la undécima edición del Curtocircuíto, que saca músculo y se presenta con una imágen y estructura renovadas, así como con las retrospectivas de Gabriel Abrantes y Mike Hoolboom (con la presencia del director) y la presencia del crítico australiano Adrian Martin como principales reclamos.

Siempre que empiezo a pensar en un festival de cine me vienen a la cabeza una serie de ideas recurrentes: las prisas, la falta de horas de sueño, el inevitable atracón de películas o la sensación de rabia por la posibilidad de haberte dejado en el camino las propuestas más interesantes. Por supuesto, que en esta ocasión se trate de un festival de cortos al lado de casa no evita ni en broma ninguna de ellas, y si además sumas un voluntariado dentro del festival a la cobertura del mismo, los agobios, la falta de tiempo y la visión sesgada están aseguradas. Disculpas adelantadas por ello.

La lampe au beurre de yak (2013) de Wei HuNo obstante, pese a que no haya tenido la oportunidad de ver todos los cortos y no haber presenciado todavía los, a priori, platos fuertes del festival (de las retrospectivas hablaré en la segunda parte del artículo), sí se pueden sacar una serie de conclusiones de estos tres primeros días. En primer lugar mi relativa decepción respecto a las obras premiadas en los grandes festivales europeos. Tant qu'il nous reste des fusils à pompe, de Caroline Poggi y Jonathan Vinel, ganadora del premio al mejor cortometraje este año en Berlín, resultó un retrato vacuo y distanciado, cargado de nihilismo impostado, de una generación sin futuro atrapada en un lugar y un tiempo detenidos. Otra ligera decepción fue Komm und spiel, ganadora del Discovery Award en Cannes. Daria Belova compone una obra de encuadres y fotografía preciosistas, pero que acaba perdida en su propio barroquismo a la hora de trazar visualmente la psicología de ese chaval en el tránsito de la niñez a la adolescencia. En otro polo completamente distinto se encuentra La lampe au beurre de yak, de Wei Hu, ganadora del premio al mejor corto que concedió el año pasado la Academia del Cine Europeo. Hu nos muestra de una forma sencilla e irónica, con humor y dominio de la técnica cinematográfica, las contradicciones y los olvidados de la administración China en su camino hacia el progreso y la modernización económica. Primera candidata seria a premio.

Pettring (2013) de Eloy Domínguez SerénLa segunda buena noticia es el momento dulce (en lo creativo) de los directores gallegos, esos que han sido metidos en ese cajón de sastre llamado "Novo Cinema Galego". Este año Eloy Domínguez Serén y José Ignacio Canosa Vaquero han presentado dos obras mayores, Diarios de ballenera y Pettring, que, desde una fuerte vinculación con el presente (con la crisis económica, la emigración y la ausencia de oportunidades como telón de fondo) muestran dos opciones estéticas diferentes: el rastreo del pasado familiar, económico y sentimental por un lado, y el apego a la realidad más inmediata en forma de diario fílmico cuando el futuro no es ni mucho menos claro.

Sedated army crazy mirror (2014) de Miquel Martí FreixasEn tercer lugar, llaman la atención una serie de sorpresas que, independientemente de lo que decida el jurado, se sitúan en primera línea de mi particular lista de favoritas para los premios finales. En primer lugar, Sedated army crazy mirror, de Miquel Martí Freixas, al que no conocía anteriormente, pero descubro como cofundador de ese oasis que fue Blogs & Docs. Freixas posee una mirada fresca y soprendente, que muestra con una increíble economía de recursos la forma de aprehender la realidad por parte de la generación Youtube. Todo entra en esta obra, artículada al modo de un historial de reproducción: desde hinchas radicales de fútbol serbio a versiones acústicas de dormitorio. La segunda sorpresa de este festival viene dada por uno de los grandes del cine portugués actual, João Pedro Rodrigues. Por O corpo de Don Afonso desfilan algunas de las obsesiones del luso, en este caso el cuerpo, que sirven como pretexto para reflexionar sobre el poder icónico del mismo como generador de identidad nacional. Para mayor satisfacción, Rodrigues evita el discurso árido y traslada sus temas de forma irónica y divertido.

(ya tenéis disponible la segunda y última entrega de la crónica)

2 comentarios en «XI CURTOCIRCUITO: FESTIVAL INTERNACIONAL DE CORTOMETRAJES (I)»

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