LA 'COCINA' DE MICHEL GONDRY LLEGA A CASABLANCA

L'usine des Films Amateurs

Estrenada en Nueva York en 2008 y de gira desde entonces por ciudades tan dispares y distantes como São Paulo, París, Rotterdam, Johannesburgo y Moscú, la Fábrica de Films Amateurs del videoartista y cineasta francés Michel Gondry (Oscar en 2004 por el guión de ¡Olvídate de mí!, junto a Charlie Kaufman y Pierre Bismuth) llega a Casablanca, donde estará instalada hasta finales de abril en los Anciens Abattoirs, espacio recuperado para la cultura alternativa en la "gran manzana" de África, un lugar de encuentro de culturas con especial hueco en el imaginario cinéfilo.

Basado en un simple proceso de tres horas (concepción, definición y grabación en orden cronológico, con la técnica del montaje en cámara), la iniciativa, monitorizada por estudiantes de escuelas de cine y audiovisual, invita a participar a todo el mundo, jóvenes, veteranos, profesionales, amateurs o simples curiosos, apostando por la creatividad y por una verdadera democratización del audiovisual y de sus modos de producción.

Gondry intervino además el pasado jueves en el Instituto Francés de Casablanca (organizador del evento), a propósito de un ciclo dedicado al realizador, a través un encuentro con el público tras la proyección de La ciencia del sueño. Se habló especialmente de los años más recientes de su filmografía, especialmente prolíficos, sobre todo de sus conversaciones animadas con Noam Chomsky, respuesta a su pasión por la ciencia (la misma que le llevó precisamente a crear La ciencia del sueño), o el controvertido proyecto de The Green Hornet, que iba a ser su debut en el cine a finales de los noventa pero que los problemas de producción atrasaron hasta 2011. Pese a lo muy discutido del resultado final, el cineasta reconoció que las películas llamadas "de encargo" constituyen igualmente una oportunidad y un desafío creativos, máxime tratándose de la adaptación de un personaje articulado en la cultura popular desde diferentes frentes. A propósito de su colaboración con el guionista Edward Neumeier, en una versión primeriza del libreto de la mencionada película, expresó su admiración por Starship troopers y Robocop, de Verhoeven, escritas por el anterior.

Michel GondryDestacó además el papel clave que ha jugado la diáspora en el pasado y presente de Hollywood, que siempre supo abrirse al talento extranjero y absorberlo en sus modos de producción industrial, si bien recalcó que su estrecha relación con los Estados Unidos viene de más atrás que sus inicios como cineasta, al mismo tiempo que confesó que nunca se sintió muy encajado en la cinematografía francesa, ni en la figura del autor que en aquella tiene tanto peso. Ante la tónica de los "films de críticos e intelectuales hechos para críticos e intelectuales", ante la dimensión literaria de estos mismos, él se desmarca como un creador de imágenes, forjado en el mundo del videoclip, para el cual afirmó que, a diferencia del cine, con unos estándares más definidos y sólidos, no existe un método mejor o peor de realización. Al igual que Spike Jonze, también proveniente de ese arte muchas veces considerado menor, que tanto le ha aportado al cine en las últimas décadas, siempre han intentado plasmar en sus películas su espíritu videoclipero, aunque sin llegar al exceso ni el abuso.

Ante preguntas de corte más científico sobre el film proyectado y la plasmación de los sueños en el cine, Gondry afirmó, por un lado, que no le gusta Freud en absoluto y que por tanto suele huir de concepciones e interpretaciones en clave freudiana de su película, a la vez que remarcó su pasión por el cine de David Lynch y su habilidad y osadía para retratar sus sueños sin sentir la exigencia de explicarlos. Sobre una hipotética nueva colaboración con Charlie Kaufman (pregunta ante cuya recurrencia llega a sentir que su filmografía posterior está peor considerada), confesó que la puerta está siempre abierta y que la idea de volver a trabajar con él le resulta atractiva, a la vez que considera prometedor el debut en la dirección de aquel, Synecdoque, New York. A título personal, creo que tanto Jonze como a Gondry les ha ido mejor sin Kaufman que a Kaufman sin ellos (no ha estrenado nada desde dicho debut, aunque tiene ahora mismo dos películas en fase de producción).

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