INNECESARIO LARRY CROWNE – ‘LARRY CROWNE, NUNCA ES TARDE’, de Tom Hanks
LARRY CROWNE, NUNCA ES TARDE – Larry Crowne (2011) de Tom Hanks
Tom Hanks regresa a la dirección quince años después de su debut con The wonders, una película sobre el auge y fracaso del grupo pop que da nombre al film. En esta ocasión, Hanks se reserva el papel protagonista dando vida a Larry Crowne, un hombre de mediana edad que se queda de sopetón sin su empleo en un supermercado. Crowne decide volver a la universidad, donde empieza a sentirse atraído por su profesora Mercedes Tainot (interpretada por Julia Roberts), una mujer con una vida aburrida y un matrimonio que hace aguas por doquier. Crowne decide enfrentarse con optimismo a su nueva situación de desempleo y gracias a las clases de Tainot y a los jóvenes que conoce en la universidad y con quienes comparte afición a las scooter, su vida va mejorando.
Es de agradecer que Larry Crowne, nunca es tarde se sitúe en parámetros actuales, tales como la inestabilidad laboral o la dificultad de hacer frente a una hipoteca. Es una lástima -por decirlo de algún modo- que estas premisas, que pueden dar pie a una aportación mínimamente original, se conviertan en meras excusas para desarrollar una trama superficial y previsible. Hay un solo momento que merece ser salvado de la pira: cuando Crowne vuelve a casa tras ser despedido. El plano del coche como si estuviera flotando consigue sugerir el desconcierto de Crowne, quien en los más de 90 minutos restantes es un hombre unidimensional, diría que tan ridículo (véase el discurso final en clase, por mucho que intenten tratarlo cinematográficamente como un momento de triunfo para el protagonista) y poco interesante como el conjunto del film.
La trama es la propia del género de comedia romántica: el alumno que se enamora de su profesora y que después del primer acercamiento, parece que su historia no puede ser pero, obviamente, termina triunfando. Sumados estos clichés a otros lugares comunes (el del alumno mayor responsable y entregado, el del joven fumado, la amiga del protagonista con novio celoso...) convierten la propuesta en una película manida, tanto que al terminar me quedé con la duda de si Tom Hanks iba en serio al dirigir este film o si todo era una hipérbole de topicazos con alguna burla oculta. Pero no, después de reflexionar sobre ello, esperar una mínima segunda intención de Larry Crowne, nunca es tarde sería demasiado.
