CONNIE STEVENS – SIXTEEN REASONS / BSO de ‘MULHOLLAND DRIVE’ (2001) de David Lynch
Qué pena que muchas veces, los mejores temas no originales incluidos en la selección musical de la película se queden fuera del álbum de la banda sonora. Así ocurre con Mulholland Drive, uno de los títulos más controvertidos del ya de por sí controvertido (pero siempre original y auténtico) David Lynch. En ella, como en la mayoría de las películas del cineasta, se combina el siempre loable trabajo del ecléctico y camaleónico Angelo Badalamenti con la cuidada elección de piezas míticas y reconocibles que acaban teniendo una importancia fundamental en la trama y, además, sirven como sintonía identificadora del film, o al menos, sus sucesivas escuchas nos evocan automáticamente a las imágenes a las que acompaña formando un conjunto interdependiente e indivisible.
Esta canción, tan característica de los inicios de los sesenta, sirve, junto a su adecuada puesta en escena y ambientación de "época", como perfecta representación del esplendor (aparente) del Hollywood más clásico, la nostalgia de una era gloriosa en una industria cínica y cruel de la que Lynch nos ofrece la versión más oscura, desasosegante y desmitificadora desde El crepúsculo de los dioses. Y al mismo tiempo, sus dulces y candorosos acordes nos preparan para uno de los planos más enigmáticos de la película, ese largo zoom que conecta las miradas del director engreído (Justin Theroux) y la aspirante a estrella (Naomi Watts).
Si queréis saber más sobre la película, os dejamos con el octavo y último capítulo de nuestro monográfico El efecto Rashomon, compendio explicativo de las discontinuidades narrativas en el cine, cuyo cierre está dedicado a la filmografía de David Lynch a través de dos de sus títulos más destacados: Carretera perdida y el que nos ocupa.
Y como guinda, el enlace para escuchar en Spotify el álbum de la banda sonora, en la que, como he dicho, no se encuentra este gran tema, desgraciadamente.
