PRÓXIMAMENTE EN SUS PANTALLAS

LOS 10 ESTRENOS MÁS DESTACADOS DEL VERANO

Estamos en pleno verano. El calor aprieta, y los ojos de medio mundo se centran en el fútbol, en ese gran evento que cada 4 años atrae todos los focos del planeta. En especial los del público español, que en esta edición, la primera en el continente africano, tiene la oportunidad histórica de ver a su selección, tradicionalmente derrotista, jugar una final que siempre se le había resistido e hipotéticamente ganarla.

Pero el Mundial acaba este domingo. Sin esa gran distracción que es el deporte rey, tendremos que encontrar alguna manera de matar las horas para cuando la playa (o cualquier otro sitio de recreación veraniega) empiece a hastiar. Una de tantas opciones es el cine, ahora que, quien más y quién menos, tiene más tiempo disponible para su tiempo de ocio. Todavía con una nube “crepuscular” sobre el cielo, la temporada veraniega, como siempre, no se presenta nada exultante, ni siquiera con superproducciones de peso. Aunque, por fortuna, el panorama está algo mejor del espantoso cartel primaveral que, menos mal, acabamos de dejar, donde ni siquiera los taquillazos (como Alicia o Robin Hood) han estado a la altura.

Eso sí, tampoco tenemos intención de tirarnos de la moto, y mucho menos de engañaros. Que el calendario de estrenos esté un poco mejor que el del trimestre anterior no quiere decir, ni mucho menos, que la cosa esté para echar cohetes. Por ello, consideramos impertinente y contraproducente contaros lo que hay cada fin de semana, y pasaremos directamente a la selección de Crítica y Cine de los estrenos que más darán que hablar este verano. Una decena de títulos con los que pretendemos ofreceros una visión medianamente amplia y diversa de todo aquello que, de algún u otro modo, pueda resultar interesante al menos. Aquí van, por orden de aparición:


Toy Story 3 (21 de julio): la tercera entrega de una trilogía cuyo título original inauguró, a gran escala, la animación digital, cuenta con gran ventaja a la hora de colocarse como la gran sorpresa de la temporada. De momento, ha arrasado en la taquilla estadounidense, convirtiéndose en el mejor estreno de Pixar y el segundo film de animación más exitoso de todos los tiempo, después de Shrek 3. A la crítica del otro lado del charco se le ha caído la baba con la nueva historia de nuestros queridos juguetes animados, que deberán afrontar la entrada de su dueño en la Unviersidad, y por tanto, evitar un inminente abandono.


El equipo A (30 de julio): viendo la presencia de títulos como éste, no podemos evitar pensar en la profunda crisis de idea en Hollywood, que parece no tener fin. O también, que la nostalgia de los '80, especialmente en cuanto a lo catódico se refiere, es todo un valor de producción bien detectado por los estudios. Si es que tenemos que ser sinceros, y reconocer que detrás de tanta explosión, caspa y guión de todo a cien, le hemos cogido cariño a este entrañable grupo de mercenarios, que se han convertido, a la postre, en todo un icono de la cultura popular. Muchos pagarán la entrada del cine, incluso sin fe alguna en que se trate de un producto decente, ya sólo por escuchar, en la gran pantalla, esa sintonía tan pegadiza que abría cada capítulo. Dirige Joe Carnahan, responsable de productos de acción para nada desdeñables, como Narc o Ases calientes, y el reparto está encabezado por Liam Neeson, que tendrá el difícil (casi imposible) reto de emular al mítico George Peppard en la piel de John “Hannibal” Smith, y Bradley Cooper (Resacón en Las Vegas) como Fénix, una elección a todos ojos más coherente. La nota femenina la pone Jessica Biel (El ilusionista).

La vida en tiempos de guerra (30 de julio): nueva película del ácido, iconoclasta, provocador e irreverente Todd Solondz, director de la fabulosa Happiness, que llega tras una buena aceptación en el circuito de festivales, especialmente Venecia y Toronto, pero con un recepción crítica tibia y tirando a pobre. Estreno muy esperado por los seguidores de este cineasta de culto, que vuelve a emplear la comedia negra y el relato coral, marcas de la casa, para desmontar el “sólido” sistema moral de la sociedad estadounidense. La película supone una continuación de Happiness, de la que repesca a la mayoría de los personajes pero con un reparto completamente nuevo, como curiosa manera de darle un nuevo enfoque a la situación de estos personajes tan heridos por dentro.
Origen (Inception) (6 de agosto): vuelve uno de los realizadores más importantes del panorama cinematográfico actual, Christopher Nolan, responsable de Memento y El truco final. Hace dos años, arrasó en las taquillas, encadiló a crítica y público y dignificó de una vez por todas el cine de superhéroes con El caballero oscuro, excelente adaptación del universo de Batman. Ahora, retorna al género que lo ha encumbrado, el trhiller con tintes psicológicos, y esta vez, coquetea directamente con la ciencia-ficción, en un argumento que bien podría parecer venido de la mente de Charlie Kaufman. Si en Memento, el cineasta nos adentraba en la esfera de los recuerdos y la memoria selectiva, aquí se introduce directamente en el difuso, intrincado y difícilmente descifrable mundo de los sueños, a través del relato de un protagonista (Leonardo Di Caprio), con una curiosa y poderosa habilidad: extraer secretos del subconsciente de las personas en estado de sueño. Pero le llega el momento de realizar exactamente el proceso contrario: originar, implantar ideas en el subconsciente.

El guión lo firma el propio Nolan, en solitario, y el protagonista estará secundado por un plantel de secundarios de lujo: Michael Caine (que ya trabajó con Nolan en ambas entregas de Batman), Marion Cotillard (Oscar a la Mejor Actriz por La vie en rose y recientemente vista en Nine), Cillian Murphy (Desayuno en Plutón), Ellen Page (Juno), Joseph Gordon-Levitt (500 días juntos), Ken Watanabe (El último samurai), Tom Berenger (Platoon) y Pete Postlethwaite (En el nombre del padre).

Zombis nazis (6 de agosto): parece ser que el tono, los argumentos y la estética que caracterizaban tradicionalmente al cine de serie Z están encontrando su sitio en los gustos del gran público. Así, de Noruega nos llega esta comedia de terror gore, que se pasa todo el tiempo parodiando los tópicos del género y riéndose de sí misma. Ideal para quien repudie el humor modosito o “sofisticado”, y necesita acción, sangre y vísceras para soltar auténticas y sonoras carcajadas.
La doctrina del shock (13 de agosto): tranquilos, no todo va a ser cine comercial y de producción industrial. Como hemos advertido con la presencia de Todd Solondz, también hay sitio para el cine independiente y con sello de autor, y dado el caso, también para el documental crítico y militante. El aclamado cineasta británico Michel Winterbottom (Wonderland, 24 hour party people) une de nuevo esfuerzos con Mat Whitecross tras las fructífera experiencia de Camino a Guantánamo. En esta ocasión, rastrean los orígenes de las teorías radicales de Milton Friedman en la Universidad de Chicago y su puesta en práctica, durante los pasados cuarenta años, en escenarios políticos tan dispares como el Chile de Pinochet, la Rusia de Yeltsin, la Gran Bretaña de Thatcher y, más recientemente, las invasiones neocon de Afganistán e Irak.
Los mercenarios (The expendables) (13 de agosto): si la adaptación de El equipo A a la pantalla grande era todo un ejemplo de cómo a veces el espíritu y la nostalgia freak se imponen a la búsqueda de buen cine a la hora de escoger una película, este caso es todavía más representativo. Sin duda, los héroes de acción, nacidos con el cine, tienen su innegable hueco en el imaginario popular. De hecho, hace poco Jean-Claude Van Damme hacía de sí mismo en el docudrama JCVD, donde reflexionaba sobre sí mismo, sobre su persona y sobre su figura. Pero ahora se acabaron las reflexiones existenciales y llegó el momento de la diversión ¿Quién no ha soñado alguna vez, o por lo menos imaginado con cierta sonrisa, una película (o bien un videojuego) que reuniese a todos y cada uno de estos mitos (porque es lo que son, mitos)? Pues bien, nuestros sueños se han hecho realidad, no como videojuego, sino como película.

Obviamente, no están todos, pero sí bastantes. Escribe, produce, dirige y protagoniza Sylvester Stallone, revalorizado recientemente tras las más que aceptables entregas de las sagas Rocky y Rambo, y que ha sido el auténtico promotor y alma del proyecto. Sus principales “escuderos” serán rostros no tan míticos, pero sí reconocibles, como Jason Statham (Transporter) y Jet Li (El beso del dragón), dos estilos de héroe de acción bien diferenciados. Acompañan los clásicos Mickey Rourke, que vive una segunda juventud desde Sin City, y el hasta ahora desaparecido Dolph Lundgren (ese Iván Drago al que derrotó Rocky Balboa en la 4º entrega de la saga). Como guinda, los cameos de lujo de Bruce Willis y, sobre todo, del “gobernator”: sí, la primera aparición de Arnold Schwarzenegger desde que empezó su carrera política.

Faltan, entre otros, Van Damme o Steven Seagal, que rechazaron la oferta de participar, como también hicieron Kurt Russell o Danny Trejo (inmerso con Robert Rodríguez en Machete). También se echa de menos la aparición de Chuck Norris, Jackie Chan, Hulk Hogan o Mr. T, pero bueno, tampoco hay queja. El argumento, el mínimo necesario para dar cabida a duelos, mamporros, orgías balísticas y explosivas y frases contundentes, que de seguro estarán llenas de parodias, guiños y autoreferencias. El espectáculo está servido. Sólo hay que abrocharse los cinturones y disfrutar de las hondanadas de hostias que coparán la pantalla.

Conocerás al hombre de tus sueños (27 de agosto): como no podría ser menos, Woody Allen no falta a su cita anual con sus numerosos seguidores, que cada vez son más, por mucho que cierto sector de la crítica lleve tiempo intentando jubilarlo, sin éxito. Se enmarca de nuevo en una producción europea, en este caso, inglesa con participación española; el título anterior, Si la cosa funciona, rodada “en casa”, fue una excepción a una tendencia europea que manda en su filmografía desde Match point. Se trata, de nuevo, de una comedia, pero con más acercamiento al drama del que tenía Vicky Cristina Barcelona. Un argumento coral que gira en torno a los diferentes miembros de una familia, sus vidas amorosas y sus intentos para solucionar sus complicados romances. Será una nueva instancia del Allen de siempre: amor, sexo, humor y traiciones. Pero siempre con algo nuevo o fresco, que tendremos que ver para descubrir. El reparto es poco menos que envidiable, suponiendo, para todos ellos, el primer trabajo con el genio de Brooklyn: encabezado por el polifacético Josh Brolin (No es país para viejos), la siempre enigmática e intensa Naomi Watts (Mulholland drive), la presencia española de Antonio Banderas, la contribución de un veterano como Anthony Hopkins, y la oportunidad para la joven Freida Pinto (Slumdog millionaire).

Biutiful (27 de agosto): otro que vuelve es Alejandro González Iñárritu, director de la aclamada trilogía compuesta por Amores perros, 21 gramos y Babel. Esta coproducción hispano-mexicana, rodada y situada en Barcelona, supone la primera película del cineasta sin la presencia, como guionista, de Guillermo Arriaga (que debutó como director en Lejos de la tierra quemada), un exitoso tándem que se rompió por profundas diferencias personales, especialmente tras el estreno de Babel. Supone un punto inflexión en la carrera del guionista, hasta el punto de abandonar los argumentos de historias cruzadas que caracterizaron a su trilogía, y centrarse en el drama interior e intimista de un solo personaje, interpretado por Javier Bardem. El film tuvo una gran acogida en Cannes, donde se proyectó dentro de la Sección Oficial y le valió a Bardem el premio al Mejor Actor, ex-aequo con Elio Germano por La nostra vita.

Submarino (3 de septiembre): como broche a esta temporada estival, nos viene esta producción danesa, una de las sensaciones de la pasada Berlinale. Escrita y dirigida por Thomas Vinterberg, uno de los cinco cineastas fundadores del movimiento Dogma 95, con Lars von Trier a la cabeza, y autor de Celebración, título más significativo de aquel movimiento. Un duro drama que narra el reencuentro de dos hermanos, separados cuando eran bien pequeños y con una oscura infancia que les ha marcado. Uno es alcohólico y acaba de salir de la cárcel, sin voluntad alguna de redención ni de curación; el otro es drogadicto y padre soltero, y tiene que arrastrarse entre saciar su dependencia y mantener a su hijo.

Lo dicho: cuando se os pase la fiebre del Mundial, y tengáis ratos libres entre playas y fiestas, siempre tenéis la posibilidad de ver alguna película buena, interesante, o por lo menos divertida. ¿Para qué es el cine sino para disfrutar?

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