QUE LA INFANCIA NOS ACOMPAÑE – STAR WARS (I)

Saga en imagen real de Star Wars, VV.AA. (1977-2019) [1ª parte]

En este artículo no pretendo más que dilucidar desde una perspectiva personal, como alguien que creció diciendo 'Yedi' y que alucinó en el cine con La amenaza fantasma, sobre el universo creado por George Lucas y su legado, y sobre los aciertos y errores de todo lo filmado. Y sí, habrá spoilers. Tiempo has tenido de enterarte quién es Darth Vader.

Quién nos diría que gracias a un virus íbamos a consumir más audiovisual del que puede aguantar nuestro culo en el sofá. Y así fue como yo pude revisitar la saga completa de Star Wars en imagen real: las tres trilogías, los dos spin-off y la serie The Mandalorian, evitando las series animadas (así como las películas extraoficiales de los ewoks). Había visto infinidad de veces la trilogía clásica (episodios IV-VI) y las precuelas (I-III), pero reconozco que ya habían pasado años desde la última vez. Y la nueva trilogía de Disney me hizo pasar dos veces por el cine por cada película, pero nunca las revisité. Y ver todo en conjunto y ya sin el ansia de "¡Hay una nueva película de Star Wars!", cambia bastante la perspectiva.

Mis recuerdos con Star Wars pasan por ver la trilogía clásica en la TV con mi padre. Yo debía tener unos ocho años, y básicamente hay cosas que me marcaron, como Luke Skywalker (era mi nuevo ídolo, hasta llamé así a un astronauta de juguete que tenía) y Yoda (puede que mi obsesión por el cine de marionetas de Jim Henson y Frank Oz venga de ahí). Pero poco más. A esa edad no me impresionó la revelación de Darth Vader, pero ya en mi mente supe desde ese momento el secreto, así que nunca pude disfrutar de esa sorpresa como se debe. El retorno del Jedi siempre fue mi favorita, tenía los ewoks (obviamente como niño los ewoks molaban) y Luke vestía de negro y tenía un sable verde. Pero poco más significó para mí, más que otras películas vistas, ni siquiera recuerdo si las vi en la TVG, y, por lo consiguiente, dobladas en gallego (nota del autor: la Televisión de Galicia hizo un grandísimo trabajo en el doblaje de dibujos animados, pero un pésimo trabajo en el doblaje de películas, y Star Wars no se salva de ello). Como niño siempre me flipó más la trilogía de Regreso al futuro.

Lo siguiente fue en el año 1999, mi amigo Varo me avisa para ir a ver Star Wars al cine. Es más, era la primera película que iba a ver al nuevo Cine Galaxias (sí, aunque paradójico, el último cine de mi pueblo, Cangas do Morrazo, se llamaba así) tras un par de años cerrado y cambio de ubicación. Yo estaba bastante desconectado, ni siquiera sabía que había películas nuevas. Y allí me metí. Claro, de pronto ves a Qui-Gon (un gran personaje, desaprovechado) enfrentándose a Darth Maul (repito descripción), el cual saca un sable láser doble, y qué queréis, como niño de 13 años eso es INCREÍBLE. Luego está la carrera de vainas, que para alguien que desconoce Ben-Hur es también excitante. Y hasta Jar-Jar es gracioso para un niño. Y ahí es donde realmente comenzó mi fanatismo adolescente por la saga.

Siempre he pensado que el orden correcto para ver las películas si no sabes quién es Darth Vader sería por orden de producción (IV-V-VI y luego I-II-III a modo de flashback), y así las he visto siempre. La llegada de la trilogía Disney y sobre todo el maravilloso final de Rogue One enlazando directamente con Una nueva esperanza me ha hecho replantearme esta vez el orden. Y por vez primera, las he visto en versión original. Así que comencé mi visionado por:

1. Episodio I: La amenaza fantasma

Lo primero que me doy cuenta es lo anticuada que se ve: la imagen, la acción (más allá de que Lucas implementase esas transiciones de cortinilla absolutamente pasadas de moda pero marca de la casa)... Luego lo pienso fríamente y la película tiene 21 años y yo 34. Mataría a Lucas por Jar-Jar (sí, de niño funcionaba). La película peca de ritmo. Creo que se hizo mucha sangre sobre la explicación científica a la Fuerza con los midiclorianos, pero no lo veo tan grave. Lo que me escama son ciertos giros de guión como Anakin salvando todo en último momento desde el caza N-1 por un simple golpe de suerte. De esas cosas que realmente me cabrean en una película. Acabo con una mala sensación, debido a lo que idolatré esta película de niño.

2. Episodio II: El ataque de los clones

Pereza es lo que me provocaba. Siempre me pareció la película más aburrida, y después de la decepción que me llevé al revisitar el Episodio I, esta me daba un miedo atroz. Pero reconozco que mejoró para bien. La trama política como adulto se lleva mejor, y la batalla en Geonosis sigue siendo excelente. Obi-Wan toma peso como personaje gracias a Ewan McGregor, y suple perfectamente la falta de Qui-Gon. Todo lo relacionado con Kamino, los clones y Jango Fett suma (aunque, una vez más, el gran problema de Lucas: desaprovechar personajes); y Dooku y, especialmente, la historia de amor entre Padmé y Anakin, restan mucho. Recrear digitalmente a Yoda es de lo más doloroso de la saga, y ponerlo a pegar saltos gracias a la Fuerza siempre me ha parecido fuera de lugar. Mejores sensaciones a las que siempre he tenido.

3. Episodio III: La venganza de los Sith

Recuerdo ir a ver esta película al cine con muchísimo hype. Con el tiempo la olvidé. Y reconozco la gratísima sorpresa que me llevé al revisitarla. La considero sin temor a decirlo la segunda mejor película de la saga. Un ritmo muy bien llevado sobre un buen guión; unos personajes ya muy bien construidos y que desembocan perfectamente en lo que deben ser cada uno; emocionante toda la transformación de Anakin y su enfrentamiento y distanciamiento con Obi-Wan; la relación entre Yoda y Palpatine; y sin duda para el recuerdo, la ejecución de la Orden 66, la realización y planos junto con la música es de lo mejor que han hecho la dupla George Lucas-John Williams. Una película a reivindicar sin duda.

4. Han Solo: una historia de Star Wars

De todas las nuevas películas, esta es la única que no repetí en el cine. No es que no me gustase, sí la disfruté, pero la sensación al salir fue de una película más, no esa emoción con la que salgo al ver otra película de la saga. Y creo que, una vez más, mis expectativas al revisionado eran tan bajas, que la disfruté bastante. Una película de aventuras sin pretensiones, que finalmente no deja de ser el espíritu que emanaba de La guerra de las galaxias. Y que yo diga esto a pesar de que Han Solo siempre me ha parecido un personaje aborrecible, pues hasta tiene su punto.

5. Rogue One: una historia de Star Wars

Sé lo idolatrada que está esta película, pero mantengo mi opinión al igual que el primer día: es una película bastante aburrida hasta los últimos 20-30 minutos que son espectaculares, y hacen que olvides el resto y acabes con una buena sensación. Es como un día de mierda que termina con una agradable sorpresa. Los personajes no crean interés en mí y el ritmo no ayuda. Por lo menos dan una explicación lógica al fallo de seguridad de la Estrella de la Muerte. Solo la última batalla, el final destinado a los protagonistas, y la secuencia de Vader llegando a la fragata están tan bien hechos que salvan la película.

Ya puedes leer la 2ª parte

Un comentario en «QUE LA INFANCIA NOS ACOMPAÑE – STAR WARS (I)»

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