DIARIOS DE CUARENTENA: DEVS (2020) de Alex Garland

JUGANDO A SER DIOS

Una de las "tapadas" de esta midseason, que eventualmente se ha convertido en una temporada de confinamiento, llegó a Hulu (producida por FX) de la mano de Alex Garland, autor todoterreno que ya ha mostrado sus dotes en la literatura (La playa, llevada al cine por Danny Boyle), el videojuego (Enslaved) y el cine, tanto en calidad de guionista (28 días después o Sunshine, también de Boyle) y ya más recientemente desde la silla de director y con mayor control creativo con Ex machina y Aniquilación. Es precisamente en el terreno de ciencia ficción y la distopía, explorado en estas últimas, donde sitúa su primera incursión en el formato seriado.

El aura de misterio e intriga contenidos envuelve desde el principio una miniserie que se desenvuelve con una dinámica de thriller conspiranoico "al uso" sobre los proyectos malvados de una poderosa compañía en connivencia con el poder político (macguffins de espionaje y posguerra fría incluidos) pero bajo la que subyace, en última y principal instancia, una fábula de ciencia ficción sobre los límites éticos del desarrollo científico y tecnológico. Con elementos que recuerdan a hitos contemporáneos del género como Matrix o Abre los ojos, Devs gira en torno a los peligrosos delirios mesiánicos de los emprendedores tecnológicos, obsesionados con erigir las torres de Babel de nuestro tiempo.

Garland, creador multiplataforma pero de raíces claramente literarias, trasciende la mera intriga para transitar por discursos filosóficos como el determinismo y la existencia de multiversos, dando una presencia por momentos excesiva a la palabra en detrimento de imágenes y recursos más metafóricos, pero al fin y al cabo eficaz y en todo caso relevante de cara al verdadero sentido que se le quiere dar al relato. Una narración de ritmo muy templado y las interpretaciones contenidas de Sonoya Mizuno, Nick Offerman (que ofrece todo un cambio de registro) o Alison Pill contribuyen a imprimir el tono más adecuado para que el mensaje cuaje lo mejor posible.

Esta miniserie puede hacer las delicias tanto de amantes de la ciencia ficción, en cualquiera de sus vertientes y formatos, como de los aficionados a la intriga, pues se sabe mover con mucha habilidad y eficacia entre ambos géneros. Ocho episodios a fuego lento que se dejan ver bastante bien si aceptamos entrar en esta antesala a un futuro alternativo, no necesariamente más feliz, que construyen delante de nuestros ojos.

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