TRILOGÍA DE TRILOGÍAS, HATER DE HATERS – ‘STAR WARS: EL ASCENSO DE SKYWALKER’, de J.J. Abrams

STAR WARS: EPISODIO IX - EL ASCENSO DE SKYWALKER / Star Wars: Episode IX – The rise of Skywalker (2019) de J.J. Abrams 

La enealogía (sí, lo he buscado en Google) o trilogía de trilogías, o saga, o como queráis llamar a esta serie de 9 películas sobre los Skywalker ha llegado a su fin, y ello me ha hecho recuperar mi espacio en EnClave de Cine después de muchos meses sin tocar una tecla. Y no tanto por la película en sí, si no por todo ese odio que se ha generado hacia ella. Podéis seguir leyendo sin spoilers (y me ha costado).

Vivimos en una era de extremos y radicalismos. Parece que ya solo existe blanco o negro, y hablo tanto de la política (yo tengo amigos de ideología contraria a la mía, y siguen siendo mis amigos) como de la cultura. Lo veo día a día en mi trabajo en la música, y este año en el cine se ha llevado la palma. ¿Los culpables? Joker, El irlandés y ahora Star Wars: El ascenso de Skywalker. Ni Joker es tan buena, ni El irlandés tan imprescindible, ni El ascenso de Skywalker tan mala. Pero ya no analizamos, no argumentamos, no separamos el gusto del análisis. Me quedo con un tuit de Álex de la Iglesia: “Las críticas a Rise of Skywalker merecen, a su vez, una crítica. Peor fundadas que los supuestos problemas que critican, frívolas, despreciando alegremente el trabajo de Abrams. No es necesario saber de cine para disfrutar de una película, pero sí para desprestigiarla”.

Todos sabemos que una pizza no es ningún plato elaborado, gourmet, de calidad (por mucho que haya pizzas buenas), pero no por ello vamos a decir que es una mierda porque la disfrutamos comiendo (sí, tranquilos, habrá alguien aquí leyendo que no le gusten las pizzas, no te sientas ofendido). Nos gusta la pizza aunque no sea cocina de autor. ¿Acaso no merece el mismo respeto Star Wars? El guión no es ninguna maravilla, no. Tira de clichés, sí. Pero ¿qué hay en la película que haya hecho que no la disfrutes? Quizás el problema es que viste la saga original siendo niño, y a un niño algo de este calibre le entra por los ojos y se le funde en el cerebro. Y ahora estás viendo con 30-40 años una película que no es el final que tu cabeza había imaginado, una película que no busca hacerte preguntas, si no dar respuesta y fin a 42 años de saga y tres generaciones.

Mucho se ha criticado a esta última trilogía, y no voy a decir que no haya razones, pero parece que es la nueva piñata que todos quieren golpear. La trilogía del origen nos dejó un criticadísimo (para mí divertidísimo, además de la primera película de Star Wars que vi en pantalla grande) Episodio I: La amenaza fantasma y un aburrido Episodio II: El ataque de los clones. La trilogía clásica tiene a la oveja negra del Episodio VI: El retorno del Jedi, inferior a las otras dos (y sin embargo mi favorita). Dicen que George Lucas tenía una trama mucho mejor para los episodios VII-IX, pero recordemos que fue él quien destrozó las bases de Star Wars con los episodios I-III al darle una explicación científica a los Jedi con los midiclorianos. Y que Lucas no dirigió los episodios V y VI, aunque sí los supervisase. Así que dejadme dudar de que Lucas hubiese hecho algo mejor de lo que han hecho J.J. Abrams y Rian Johnson ahora.

Abrams y Johnson, otra de las lanzas de esta discusión creada en torno a la trilogía. Y aquí el problema creado no es que hubiese dos directores dedicados a las películas, pues vuelvo a incidir en que la trilogía clásica fue dirigida por tres personas. El problema es que no hubiese alguien supervisando el proyecto (Lucas, nos has abandonado), y sobre todo, y en analogía a lo que ocurrió con Perdidos, se comenzó la trilogía sin saber cómo terminarla. Abrams posiblemente tuviese una idea en su cabeza (como el origen de Rey, chocante pero sorprendente y que da una vuelta la concepción de la saga completa), pero Johnson creó su propio mundo también. Y es muy difícil cerrar una trilogía que parte del clasicismo/remake que fue el Episodio VII: El despertar de la Fuerza y se convierte en esa renovación y salto al vacío que fue el Episodio VIII: Los últimos Jedi.

Y con esos preliminares, creo que esta que nos ocupa y preocupa, El ascenso de Skywalker, ha sabido cerrar perfectamente todos los hilos, conectar con las películas anteriores, y condensar en 2 horas y 20 minutos, sin prisas, con un buen ritmo, todos los elementos que han hecho de Star Wars lo que es en nuestra memoria: batallas de naves, peleas con sables láser, aventura, planetas diferentes, amor, risas, etc. Los personajes y su protagonismo en pantalla están perfectamente medidos, dan poco espacio a los irrelevantes como Rose (uno de los errores del Episodio VIII) o Maz Kanata, homenajea de forma increíble a los personajes clásicos (a destacar la salida para Leia, con el fallecimiento de Carrie Fisher) y da mayor definición a Rey, Kylo, Finn y Poe.

Sí, podían no haber hecho estas películas. Maldito Disney, que solo quiere nuestro dinero. También George Lucas podía no haber hecho la trilogía del origen. También tú, si tan anclado en el pasado estás, podías ignorar estas películas y ver la nueva de Lars von Trier. Déjanos disfrutar a los que todavía vamos a ver una película como esta sin más pretensión que disfrutar como cuando era niño y veía junto a mi padre en la tele de mi casa a Yoda (hablando en gallego) entrenando a Luke.

Que continúe Star Wars, sea en series como The Mandalorian (que no he visto todavía) o en películas alternativas a esta saga de los Skywalker, como la genial Rogue One o la mediocre Han Solo. Dejemos que los futuros niños disfruten del Luke Skywalker de su generación.

Ficha técnica

3 comentarios en «TRILOGÍA DE TRILOGÍAS, HATER DE HATERS – ‘STAR WARS: EL ASCENSO DE SKYWALKER’, de J.J. Abrams»

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