EL JUGUETE DE IRON MAN – ‘SPIDER-MAN: HOMECOMING’, de Jon Watts

SPIDER-MAN: HOMECOMING (2017) de Jon Watts 

Soy uno de los pocos defensores, o más bien, no detractores, de los reboots y remakes. Creo que hay películas que lo necesitan. No planteemos ahora un remake de 2001: una odisea en el espacio, pero sí que una película como La historia interminable, por mucho cariño que le tengamos, ha quedado desfasada en el tiempo en estética, narración y mucho más (en serio, los ochenta han envejecido muchísimo peor que los setenta).

Batman o Superman han sido las dos primeras sagas de superhéroes en ser llevadas al cine, y por lo tanto las primeras en necesitar una revisión. Batman de forma exitosa con Nolan y Superman de forma más discreta. X-Men han sufrido un reboot curioso, al igual que Star Trek, de una forma continuista enlazando el material antiguo con el nuevo y dándole una nueva trayectoria y nuevos fans.

¿Qué ocurre con Spider-Man? En exactamente quince años hemos visto siete películas de tres sagas diferentes. La trilogía de Sam Raimi era decente, no era el personaje que queríamos ver los fans, pero saciaba las expectativas. La tercera y penosa parte acabó con la saga. Con muy poco tiempo de separación, alguien decidió seguir sacando tajada y planear un reboot bastante similar, pasando de un Peter Parker torpe a un Parker enamorado. Aún con sus aciertos, especialmente en la segunda, la saga solamente provocó cansancio entre los espectadores. Quedaba la última baza: meter a Spidey en el multiverso Marvel de Los Vengadores. Y un acuerdo entre Sony y Marvel consiguió el mejor momento de Capitán América: Civil War (una película de por sí fallida), que fue la aparición del trepamuros junto al equipo de Iron Man.

Y aquí pasamos por fin a la película que nos ocupa, de extraño título (¿Homecoming? ¿Por qué no haberla llamado Ultimate Spider-Man, puesto que toma muchas referencias de esta serie de cómics?). ¿Sabéis esas películas cuyo tráiler es muy interesante y/o gracioso, y luego el filme completo es estirar y estirar el chicle? Pues esta película es el chicle estirado del cameo de Spider-Man en Civil War. ¿Dónde está el Peter Parker avispado? Aquí solamente vemos un pelele más digno de El guateque de Blake Edwards que de una película de superhéroes. ¿Un traje tecnológico digno de Batman? Aquí Spider-Man no es más que un “juguete” de Tony Stark. No he visto NADA en la película que se pareciese a mis recuerdos de Spider-Man más que la telaraña que dispara por sus muñecas.

A nivel técnico tampoco destaca en nada. Escenas de acción correctamente dirigidas, fotografía tipiquísima de Marvel (correcta pero no narra nada). La música lo mismo, acompaña pero ni la recuerdas al salir (una pena desaprovechar así a Giacchino, el mismo que ha creado otra obra maestra para la compañera en cartelera La guerra del planeta de los simios). El guion pobre, lleno de clichés, situaciones cómicas sin gracia (Iron Man se come la pantalla lo poco que sale) y con un villano de lo peor visto en películas de superhéroes (y mira que dan juego…).

Veremos en el futuro cómo discurre esta nueva saga, ya asociada al multiverso Marvel, y si hay más interacciones entre Spidey y el resto de marvelitas en la fase 3. Pero todo apunta a que pronto tendremos un nuevo reboot del trepamuros. Spider-Man todavía no ha encontrado su “caballero oscuro” particular: una película buena de verdad que haga honor al superhéroe más famoso del mundo. ¡Ah! Y lo mismo en la sintonía (¿de verdad nadie puede sustituir de forma digna el jingle de la serie de dibujos?). John Williams debería arreglar ese tema.

P.D.: Un amigo dijo una vez que a Peter Parker debería interpretarlo alguien como Michael J. Fox: un tío listo. Porque Parker no es Clark Kent.

Ficha técnica

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