ALEJANDRO LOBO: “EL CINE NECESITA UN RESPALDO PÚBLICO QUE COMPLEMENTE LA INVERSIÓN PRIVADA, COMO EN OTROS MUCHOS SECTORES PRODUCTIVOS”

ENTREVISTA A ALEJANDRO LOBO, DIRECTOR Y PRODUCTOR DE PATRIA.

Un premio a un cortometraje se ha convertido, para el creador Alejandro Lobo y su equipo, en un proyecto de un nuevo cortometraje, más ambicioso esta vez. Para Patria, thriller libremente inspirado en un escabroso caso real reciente, cuentan con profesionales de la talla de los actores Juan Motilla (El niño), Darko Peric (Mar de plástico) y Fernando Tielve (El espinazo del diablo), el compositor Sergio Moure de Oteyza (El cuerpo), el colorista Israel Millán (El hombre de las mil caras) o la directora de arte Ángela Guerrero (Juego de tronos).

¿Cómo nace este proyecto? 

Hace un año, RNE, a través de su programa de cine De película, nos otorgó el Primer Premio de su VIII Concurso Nacional de Cortos gracias a Pura (hasta la sepoltura), un falso documental con tintes cómicos sobre una abuela andaluza que llevaba toda su vida limpiando sangre. El premio, consistente en 3000 € (sin descontar las retenciones correspondientes, que Hacienda le pega un "pellizco curioso" al premio), nos comprometía a reinvertir dicha cantidad en otro cortometraje que se estrenaría en la entrega de premios de la edición del concurso del año siguiente. Y ahí es donde nace Patria, una historia de género policíaco inspirada libremente en la entrega –aparentemente- voluntaria del criminal Ioan Clamparu, alias Cabeza de Cerdo, en una comisaría de Madrid en septiembre del año 2011. 

¿Creéis que los concursos de cortometrajes son la mejor plataforma de lanzamiento y promoción de nuevos creadores? 

¡Por supuesto! El cortometraje es un género sin una vocación comercial (reconocida). Raramente una tele se interesa por tu trabajo para adquirir los derechos de emisión por lo que, dejando al margen las plataformas de pago por visionado o descarga, los concursos de cortometrajes son la única manera de dar a conocer nuestro trabajo. Y por suerte existe una extensísima red de certámenes y festivales dedicados al formato corto a los que poder llevar nuestra película, dentro y fuera de España. 

¿Os ha resultado difícil llegar a contar con esos profesionales que ahora forman parte del proyecto? 

En general, no. ¡Todos han sido muy generosos conmigo! (personalizo ya que, al ser también productor del corto, todos sabemos que ser productor se traduce en pedir muchos favores)

Aun conociendo las circunstancias presupuestarias tan complicadas (¡exiguas!) con las que poníamos en marcha el proyecto de Patria, y siendo plenamente conscientes de que su participación, en la mayoría de los casos, debía consistir en un trabajo colaborativo sin remuneración, desde el primero hasta el último han apostado por la historia que estábamos contando y han querido formar parte de nuestro equipo. ¡Y eso es algo que te carga de energía (y responsabilidad)! Sobre todo cuando te ves obligado a compatibilizar el trabajo en Patria con otros trabajos que te permiten comer y que, en general, te "roban" muchas  -muchas- horas de sueño al día. 

¿Cuál es vuestra postura con respecto a las subvenciones al audiovisual en España? ¿Deberían estar planteadas de otro modo?

Me encantaría pensar que el cine español es una industria tan fértil y atractiva que no necesita de subvenciones para subsistir. Pero no es así. El cine necesita de un respaldo público que complemente la inversión privada, igual que sucede en otros muchos sectores productivos en nuestro país. En el caso de Patria, contábamos con un plazo de entrega tan reducido que nos ha hecho poco viable poder optar a alguna de esas ayudas. Además, el embrollo burocrático que envuelve la solicitud de estas subvenciones no es apto para una empresa audiovisual tan pequeñita y modesta como 35 Lobitos C.A. (la productora de nuestro cortometraje).

Nuestra financiación, aparte del citado premio de Radio Nacional de España, ha salido de nuestros propios bolsillos. Y nuestro compromiso por ofrecer un producto con niveles de calidad y profesionalidad sobresalientes ha hecho que el coste inicial se haya triplicado. De ahí que hayamos optado por el crowdfunding (o financiación colectiva) como vía de inyección económica.

 

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