MADRE CHINA - 'MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS', de Jia Zhang-Ke

Más allá de las montañas (2015) de Jia ZhangkeMÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS - Shan he gu ren (2015) de Jia Zhang-Ke

Nochevieja de 1999, Fenyang (China). Arranca la película y vemos a Tao (Zhao Tao), una joven de entusiasmo contagioso, liderando una coreografía amateur del Go West de los Pet Shop Boys. Es la primera pista de lo que el director Jia Zhang-Ke se dispone a contarnos: la historia de un país que, sin saberlo, se adentra un inminente proceso de occidentalización. Se trata, pues, de una metáfora sobre la historia reciente de China y un pequeño atisbo de su porvenir (el último segmento de la película está situado en el año 2025). Algún espectador potencial puede llevarse las manos a la cabeza al leer esto, y no es para menos, pues hay directores que en su empeño por llevar a cabo una metáfora se olvidan de contar una historia. Afortunadamente, Más allá de las montañas no renuncia en ningún momento a su condición de melodrama y nos conduce por tres épocas distintas siguiendo un hilo dramático que, si bien tiene algunos altibajos, resulta en su conjunto delicioso.

Más allá de las montañas (2015) de Jia ZhangkeEl primer acto, situado en 1999, es el de la pasión y la duda. Tao es cortejada por dos hombres, uno de ellos un joven rural y el otro un gran empresario (la tradición y la expansión), encandilados ambos por su jovialidad y sencillez. La joven vive feliz viéndolas venir, pero finalmente se ve obligada a elegir pretendiente y opta por el rico empresario, con el que acaba teniendo un hijo al que llaman (agarraos fuerte) Dollar. El segundo acto, en 2014, es el de la pérdida. Nos muestra a una Tao divorciada y separada de su hijo, que ahora vive con su padre en el extranjero. Con motivo de la muerte de un familiar, Dollar vuelve a China para pasar una semana con su madre, y ésta comprueba que la unión entre ambos se ha destruido. Los hijos de la nueva China ya no beben de sus raíces y han perdido todo apego por sus tradiciones. Sin embargo, Tao encuentra un momento de conexión con Dollar (que empieza con la comida, pocas cosas hay más características de un país) y deja la puerta abierta a una reconciliación generacional cuando le entrega las llaves de su casa para que vuelva cuando lo desee.

El tercer y último acto, ambientado en Australia en 2025, es el de la nostalgia. Nos muestra a un Dollar que ha cumplido los 18 años y apenas recuerda vagamente a su madre. Despojado de su pasado, el chico vaga por la vida con serios problemas de identidad y tampoco ayuda que su padre se haya convertido en un tarado coleccionista de armas. Inicia una relación con una profesora mucho mayor que él demostrando unos mommy issues dignos de consideración y se pregunta si debería volver con su verdadera madre (su madre Tao, la Madre China) o si es demasiado tarde para eso.

Más allá de las montañas (2015) de Jia ZhangkeJia Zhang-Ke se fue de vacío en Cannes, donde sí premiaron el guión de su anterior película, Un toque de violencia. Seguramente sus opciones se vieron lastradas por algunas interpretaciones en la película que restan verosimilitud a la historia, especialmente en el tramo final, y una tendencia por el melodrama que nada tiene de malo pero, en fin, debe causar cierto malestar en el panorama de cine de autor actual. Pero si algo hay de irreprochable en Más allá de las montañas es el trabajo de su protagonista, Zhao Tao, que atrapa la mirada del espectador y lo mantiene hipnotizado hasta la secuencia final. La suya es una de las interpretaciones más naturales y encantadoras que se han visto en mucho tiempo.

Más allá de las montañas funciona como metáfora y como melodrama, siendo instructiva pero no aleccionadora y conmovedora sin incurrir en sentimentalismos de saldo. No es una obra maestra, pero es la obra de un maestro.

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