CINEUROPA 2015: LA CRÓNICA (I)

Cineuropa 2015 bannerHa pasado ya casi una semana del arranque del “festival de festivales” y no podemos desaprovechar la oportunidad de sumergirnos a diario en dos o tres títulos que, de no existir Cineuropa, tendríamos que ver en Berlín, Cannes, Venecia o San Sebastián (o esperar lo suyo a que llegue a salas comerciales, si es que llega). Y aquí llega también la pertinente batería de reseñas de lo visto en estos primeros días, una fórmula que procuraremos repetir en todo lo que nos queda de festival.

EL CLUB (2015) de Pablo Larraín: la auténtica mala educación.

El club (2015) de Pablo LarraínEfectivamente, así se hace una película sobre los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y las secuelas psicológicas en ambas partes. Porque la demencia y la deriva consecuentes son irreversibles, pero no estamos ante un intento de justificación de dicha lacra, sino a una exploración del fenómeno, en un escenario minimalista apropiado para ello, que se posiciona claramente en contra de las cloacas más inmundas de la Iglesia, encubridora de sus propias vergüenzas, sin concesiones ni moralismos baratos. Lo consigue además logrando una angustiosa atmósfera, no apta para estómagos incómodos, no por explicitud visual sino verbal, sin tabúes, que se sirve del estilo del documental de entrevistas para reforzar su propuesta. Lástima de ese lastre en el departamento de guión, que baja un par de peldaños el valor del conjunto (aunque el jurado de la Berlinale piense lo contrario), esa trama secundaria de las carreras de galgos que parece no pintar mucho hasta que se descubre que no es más que un instrumento metido con calzador para forzar el desenlace deseado.

Ficha técnica

Le nouveau (2015) de Rudi RosenbergLE NOUVEAU (2015) de Rudi Rosenberg: déja vu que se agradece.

La cinematografía francesa parece la más empeñada, al menos en la última década, en disputarle a la estadounidense, principalmente  a la escena indie, la hegemonía en los relatos de (pre)adolescentes inadaptados y su aventura diaria por la supervivencia social, habitualmente en clave de comedia pero con una fuerte carga emocional de fondo. De esta guisa nos llega esta ópera prima, premiada en San Sebastián, que de primeras se antoja como una película más del ramo, un hipertexto ya conocido, identificado y digerido. Y aún así, como suele ocurrir con las historias narradas con alma y sinceridad, que el contexto y el argumento sean lo de siempre no impide que esta comedia resulte eficaz como tal, arrancando sonoras carcajadas, y como espejo de la cotidianidad de esas trincheras modernas que son los pasillos y las aulas, de los desengaños, de la amistad, etc.

Cuestiones universales que nunca caducarán mientras se narren desde adentro. Y de hecho su gran acierto narrativo y semántico radica en la primacía del realismo sobre la mitología (sistema de castas sí, arquetipos no) y en la ausencia de excesivos artificios, dejando hablar a los personajes, muy logrados  gracias a un excelente casting.

Ficha técnica

El hijo de Saúl (2015) de László NemesEL HIJO DE SAÚL – Saul  fia (2015) de László Nemes: Melquíades Estrada en la Shoah.

Sólo dos premios de enjundia en un cita de la talla de Cannes pueden sobreponerse a la pereza que produce el enésimo relato sobre el holocausto nazi, siempre de la misma pasta y más que agotado en su vertiente dramática (y se antoja bien difícil que una vertiente cómica o satírica a este respecto pueda ver la luz a medio plazo). Pero bueno, de primeras se asoman alicientes positivos, que diferencian a esta película húngara de otros títulos de lo que se puede llamar casi un “subgénero”, como puede ser la fortísima focalización del relato en el personaje protagonista y el elemento del entierro como línea continua que da forma y cohesión al relato y a la construcción del personaje (lo mejor de esta propuesta). Aunque eso mismo no resulta tan eficaz a la hora de mantener la fuerza y la cadencia en un metraje que va perdiendo fuelle progresivamente a medida que aumenta su duración, adoleciendo de ulteriores recursos para despertar el interés y pulir el ritmo y la fluidez de la narración. Una secuencia final de fábula (en ambos sentidos) mejora el sabor de boca, pero sí estamos desde luego ante uno de esos títulos que engrosan las listas de películas sobrevaloradas por el circuito de festivales.

Ficha técnica

Nuestra hermana pequeña (2015) de Hirokazu KoreedaNUESTRA HERMANA PEQUEÑA – Umimachi diary (2015) de Hirokazu Koreeda: telefilm sin vida.

Los primeros compases de la película resultan bastante ilustrativos de lo que vendrá después… en el peor sentido del término. El relato arranca en un funeral y fúnebre es el ritmo, la emoción y la fluidez de un drama que pretende narrar el acercamiento entre tres mujeres adultas y su recién conocida hermanastra pequeña. Un proceso que parece saberse solventado desde el primer momento y que apenas ofrece puntos álgidos o avances significativos en el resto del metraje. El relato se dedica a deambular sin nada significativo que contar, sin una espina doral dramática, limitándose a gustarse a sí mismo en su estética naturalista y luminosa, en la que hasta los funerales parecen fiestas de club de campo. Rebosa la misma vida e intensidad que un telefilm de sobremesa.

Ficha técnica

Victoria (2015) de Sebastian SchipperVICTORIA (2015) de Sebastian Schipper: la noche berlinesa en clave de frenesí.

Imaginaos una de esas salidas nocturnas que se os van de las manos y llevadla al mayor de sus extremos, a una suerte de la scorsesiana ¡Jo, qué noche! que deriva en una Spring breakers concentrada en una sola noche, en una sola ciudad… y en un único plano-secuencia. Atreviéndose a tutear a Hitchcock, Orson Welles, Sokurov o Cuarón, el alemán Sebastian Schipper borda este ambicioso thriller en tiempo real y en permanente crescendo, triunfando en la Berlinale, arrasando en los Lola (los Oscar alemanes) y candidatándose seriamente a película europea del año en los EFA. Su osada y desenfrenada dirección se sostiene gracias a la brutal interpretación de la catalana Laia Costa, cual Caperucita metiéndose de lleno y sin titubear en la boca del lobo nocturno del bosque de asfalto, especialmente a partir de que se solvente la más que cuestionable credibilidad inicial de las motivaciones de su personaje con revelaciones de fantasmas del pasado y profundas espinas clavadas, suficientes para comprender sus ganas de frenesí pero quizás no tanto para motivar a correrías de este calibre. Una locura, sí, pero bendita locura.

P.D.: Esta película bien vale además un spin off resacoso que tranquilamente se podría titular Coche, ¿dónde están mis colegas?

Ficha técnica

7 comentarios en «CINEUROPA 2015: LA CRÓNICA (I)»

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