CABALLERO AZUL OSCURO CASI NEGRO – ‘EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE’, de Christopher Nolan

EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE - The Dark Knight rises (2012) de Christopher Nolan

Hace unos meses dejé caer por aquí la que, a mi juicio, se barajaba como terna palomitera del 2012. Tres películas que comenzaron a calentar motores el invierno pasado prometiendo “pan y circo” en un año que empezaba cargado de malos augurios. Pero antes de que el mundo se acabe (es decir; cuando la subida del IVA deje las salas de cine más vacías de lo que ya están), aparquemos la indignación, pongámonos cómodos en nuestras butacas y apaguemos, por favor, el teléfono móvil. Ha llegado a nuestras pantallas El Caballero Oscuro: la leyenda renace, última entrega de la saga de Christopher Nolan sobre el justiciero enmascarado de Gotham.

Quizás debería aclarar, antes de nada, que llegué con expectativas demasiado grandes al estreno de esta película: su predecesora había dejado el listón muy alto y el director me tenía mal acostumbrado con una interesante filmografía que, a pesar de sus altibajos, parecía ganar enteros con cada nueva propuesta. Cuanto más se sube, más dura es la caída. En mi caso era inevitable que, después de casi tres horas de metraje, los títulos de crédito llegaran acompañados de una amarga e inconfundible sensación de decepción. Avisados estáis. Ahora sí: ¡Al turrón!

Evitando siempre, en la medida de lo posible, el seductor camino del spoiler, dejaré a un lado el argumento y me limitaré aquí a comentar el poso que me ha dejado el “fin de fiesta” de las aventuras o desventuras, mejor dicho, del murciélago. Un realizador harto acreditado, un reparto muy atinado, presupuesto de lujo, orquestación épica, grandes ideas sobre la mesa... con todos los ingredientes necesarios para cocinar algo espectacular, ¿qué ha fallado? Básicamente, cohesión y coherencia. Las intenciones hay que llevarlas a buen puerto y, siguiendo con el símil gastronómico, aunque la receta venga escrita de antemano, elaborar un buen plato es algo más que combinar alimentos: hay que saber condimentarlos.

Nada se puede achacar a la dirección: el montaje en las escenas de acción (cuestión especialmente peliaguda en una cinta de este tipo) es sobradamente inteligible y su gestión del coste de la producción o del plantel actoral se mantienen, como en las otras dos partes, impecables. Christian Bale ha resultado ser tanto el Bruce Wayne como el Batman perfectos gracias a la sinergia desprendida de su tándem con Nolan. Ha sido este último el responsable, en gran medida, de los logros interpretativos de sus actores. Y seguro que con Katie Holmes no fue tarea fácil.

Gary Oldman, Morgan Freeman y Michael Caine vuelven a demostrar que saben muy bien lo que hacen. Por su parte: Joseph Gordon-Levitt, Anne Hathaway y Marion Cotillard llegan con los deberes hechos. Sin haber podido disfrutar de la película en su versión original prefiero no entrar a valorar el papel de Tom Hardy, el villano Bane. Llevando éste una máscara en todo momento, los matices de su voz me parecen indispensables para juzgar su actuación. Pero, al margen del actor, está el personaje. Si en la segunda parte Heath Ledger asumía el reto de hacernos olvidar, con un registro muy distinto, la estrambótica interpretación de Joker que ofreció Jack Nicholson en la versión de Tim Burton, ahora era Bane quien debía mantener el tipo frente a las comparaciones con su “predecesor en el cargo” a las que, seguro, sería sometido. ¿Veredicto? El nuevo antagonista es, a todas luces, menos carismático e interesante.

La banda sonora de Hans Zimmer conserva el espíritu de las anteriores, añade melodías para los nuevos personajes y busca de forma evidente elevar los niveles de dramatismo que destilan las imágenes con su inconfundible amalgama de coros y cuerdas estridentes “marca de la casa” para intensificar la épica del conjunto. Hasta ahí todo bien. Sólo cabe lamentar la descompensada mezcla de sonido y el ensordecedor volumen de la música que llega, en algunos momentos, a solapar por completo algunas líneas de diálogo.

Entonces, ¿el problema han sido las ideas? Yo no me atrevería a decir eso. Ideas ha habido muchas (algunas buenas, otras no tanto), pero, quizás, demasiadas. Y ese puede ser el problema. Una tónica general de esta trilogía ha sido el incremento en la duración de cada nueva entrega, respondiendo a la voluntad creciente del director inglés de relatar gran cantidad de material dramático. Parece evidente que éste ha querido condensar planteamientos y personajes remarcables aparecidos en los más de setenta años de historia en viñetas del Caballero Oscuro procurando, al mismo tiempo, plasmar su visión personal; el retrato nada maniqueo de una sociedad corrupta y su azote superheroico, entendido a través de un filtro pretendidamente realista y oscuro, se podrían resumir como su principal aportación.

Así, después de hacer las presentaciones de rigor y abordar la génesis del encapuchado en Batman begins (moviéndose tímidamente entre el respeto al original y la introducción de nuevos aires a la franquicia), El Caballero Oscuro asentó la historia en un status quo insólito hasta la fecha en el cine de su género, consiguiendo que la acción brillara con luz cinematográfica propia y consolidando la denominación, con nombre y apellidos, El Batman de Nolan. Ahora, El Caballero Oscuro: la leyenda renace pretende poner punto y final al tríptico de Gotham retomando aspectos de las otras dos partes para simular una inexistente sensación de continuidad y simetría. Y en este sentido, es mejor cuanto menos se parece a la primera y más a la segunda, donde la amenaza subyacente no era tan grandilocuente como en ésta, pero sí mucho más real. Además de recurrir al efectismo con giros de guión tan poco sorprendentes como innecesarios, la película acaba por marear la perdiz al espectador con demasiadas tramas distantes en la lógica narrativa, el tiempo y el espacio, abarcando mucho y apretando poco.

Aún así, tengo la firme determinación de volver a verla pronto. Esta vez sin el pesado fardo de las expectativas previas.

Ficha técnica


2 comentarios en «CABALLERO AZUL OSCURO CASI NEGRO – ‘EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE’, de Christopher Nolan»

  1. Buenas Cristian!

    Cosas que a mi no me gustaron mucho (abstenerse de leer gente que no la haya visto):

    - Excesiva palabrería de un malo que aburre y sin carisma. Su máscara es algo que me parece estúpido y aunque tratan de justificarla no tiene ni pies ni cabeza ¿acaso se retroalimenta la máscara de su propio aliento? ¿Le purifica el aire que respira? ¿Que pasa, que por pasar la peste ya no es capaz de respirar por si mismo? WTF!

    - La batmoto es algo que nunca me cuadró mucho con esas enormes ruedas planas de camión, a todas luces inmaniobrables. Pero de esta vez fueron demasiado lejos: para poder dar giros bruscos de 180º, el tren delantero gira transversalmente!!! WTF!!

    - El guión, aunque está bien y resuelve la trama, tal como has dicho, tiene giros inesperados e innecesarios.

    - Excesivo metraje en ciertas partes, como ejemplo cuando batman trata de escapar de la prisión.

    - La verborrea que le suelta el mayordomo y que luego lo deje tirado... No cuadra mucho.

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