LA ESPOSA, EL BURÓCRATA Y EL ENANO - DOMINGOS EN SERIE

DOMINGOS EN SERIE (29-04-2012)

Con la experiencia del pasado año y su refuerza en el actual, con la mudanza de una de las habituales reinas del verano, el mes favorito para los paladares seriéfilos más golosos va a acabar siendo abril, a este ritmo, pues confluyen en él los regresos de dos de las series más unánimente admiradas, por crítica público, y una de las más controvertidas, venerada y detestada a partes iguales, pero siempre en el punto de mira. Si llevábamos dos temporadas para olvidar, generalmente, en cuanto a estrenos, en esta hornada, que se las prometía algo más felices, la mala estrella se ha vuelto el doble de grande, y hasta se ha contagiado a los tradicionales vedos de seguridad y tranquilidad creativa como son los canales de cable, con una HBO que, tras la repentina e inesperable sangría en su carta de comedias el pasado diciembre, se ha visto "forzada" a cancelar la prometedora y tan anunciada Luck por unos motivos coyunturales, ajenos a su rendimiento real, que suenan más a cuerno quemado que a otra cosa.

Por ende, si ya se dice que más vale lo viejo conocido que lo (hipotéticamente) bueno por conocer, con lo bueno conocido no debe caber ni la más mínima concesión. Como ya anticipé en la crónica del regreso de dos de las series que ahora nos ocupan (y del "hasta luego" de la que nos acompañó siempre puntual durante el cálido invierno), el hecho de que vuelvan a confluir todas en el séptimo día de la semana hace que me vea obligado y entusiasmado, ahora que las tres han cruzado su ecuador de temporada o están a punto de hacerlo, a adelantar a esta fría y lluviosa primavera la sección de Domingos en Serie, que os lleva acompañando durante los dos últimos veranos, con breves reseñas semanales (esta vez me ceñiré de verdad a esta premisa) de las mejores ficciones seriadas de la televisión por cable estadounidense, que han establecido en el Día del Sol (que no del señor) su franka vedada de calidad, excelencia e innovación catódica.

Ojo, no descarto que una cuarta en discordia, tan atrevida como para colocarse en la noche dominical junto a semejantes colosos, acabe entrando en este club tan privilegiado. Se trata de la nueva dramedia de la HBO, Girls, interesante propuesta, una, por intentar ser la voz directamente de una generación, a la que pertenezco, en un momento tan sangrante para nosotros como el actual; y dos, porque se trata del tercer asalto a la televisión (y esperemos que el vencido, como dice el refrán) del gurú de la comedia humana contemporánea, el multifacético Judd Apatow, en un momento, un formato y, sobre todo, un cauce más propicio que el que condenó a sus malogradas pero sobresalientes one season wonders. Eso sí, antes tendrá que pasar la prueba de fuego de un análisis monográfico de las primeras impresiones que deposite, algo para lo que, como ya sabéis por experiencia o inferencia, hace falta algo más de bagaje que un único capítulo. Pero no me extiendo más, y allá vamos con las reseñas.


Mad Men 5x07: At the codfish ball

Cuando una nueva relación es tan intensa y pasional que distrae tanto del trabajo hasta el punto de que el gran jefe tenga que tirar seriamente de las orejas, la mejor solución es dejar cortar el bacalao a la esposa en el trabajo y hacer que parezca obra, o al menos, inducción de uno. Se debe tener en cuenta la ventaja cognitiva que el sexo femenino ostenta en las aparentemente recreativas y evasivas cenas de negocio, en las que el terreno de lo implícito, de los gestos y de las impresiones inmediatas pueden llevar a la pérdida o consecución instantánea de millones. La serie refuerza cada vez más el poder de la mujer, sobre todo a través de la reveladora figura de Megan, tanto en su clásico y patriarcal valor de cerebro en la sombra como al frente de la voz cantante (una suerte de híbrido entre lo mejor de Joan y Peggy), a la par que consolida la relación de Megan y Don a través de su simbiosis personal y profesional, sólo un episodio después de habernos presentando su versión más desbocada y melodramática, en más pura clave amour fou. El capítulo en el que don conoce a sus suegros, que distan mucho del concepto de pareja ideal, ha servido también para que la esperada Sally Draper experimente un frenazo repentino, totalmente accidental, en su deseo de crecer deprisa nada más empieza a brotar la flor de la inmediata preadolescencia; para regocijo de su prudentemente restrictivo padre, al que por fin vemos en esa contradictorio faceta de mujeriego que, por el contrario, sobreprotege a su hija ante el potencial asalto de tipos como él mismo. ¿He dicho ya que este hombre es la versión elegante, de alta sociedad y un ápice más contenida de Hank Moody (o viceversa, como se quiera ver)? La tan anunciada ceremonia de entrega de premios de la American Cancer Society, que galardonó a Don por aquel rompedor, atrevido y polémico artículo arremetiendo contra Lucky Strike y la industria tabaquera en general, que puso patas arriba a una ya maltrecha SCDP, no ha sido más que un mero escenario, un irrelevante envoltorio, para la confluencia y "resolución" de unos sumamente ilustrativos y reveladores conflictos, logrados, como es habitual, al milímetro.

Aprovecho la ocasión para invitaros a leer los análisis que publico semanalmente, de manera más larga y tendida, sobre cada nueva entrega de esta magnífica serie, en esa web de referencia imprescindible para todo seriéfilo que es TodoSeries: http://todoseries.com/sobre/reviews-mad-men/.

The killing 2x06: Openings

Con la trayectoria del rastro del crimen hacia el "enemigo en casa" en pleno clímax, el pasado episodio nos dejó con un cliffhanger culebrero que nos llevó, en instantes, del desconcierto a la sensación de estar siendo vacilados. Suerte (o defecto) que esta serie corrige y deshace sus golpes de intriga a una semana vista al poco de empezar cada episodio, aunque en este caso, el asunto se había hecho ya demasiado complejo. La trama política se está encauzando de la mejor manera, tras tanta crítica recibida en la primera temporada por morosa y matadora del ritmo general. Y naturalmente, no la han situado en la causalidad frontal del crimen, lo que sería ya demasiado evidente, sino en una relación íntimamente lateral, transversal, que vuelve el espectro general más complejo, entramado, y por tanto, interesante. Como no podía se de otra manera, la intencionada barrera administrativa para con la investigación de poderes económicos y políticos (con sus propias relaciones al margen, o no, del asesinato), no hace más que acrecentarse a pasos agigantados, para indignación y posterior osadía de la pareja protagonista. Lástima que la entrada en los pantanosos terrenos del culebrón a la latinoamericana se haya convertido enseguida en un lastre muy difícil de disolver.

Game of thrones 2x05: The ghost of Harrenhal

La figura del pequeño pero matón, pequeño pero ruidoso, siempre fue familiar en nuestro imaginario. Lo que sí constituye una novedad, o al menos, una opción poco explorada, es la del pequeño que mueve los hilos en la sombra con toda serenidad y al mismo tiempo mantiene su carisma con discreción y sin sobresaltos de puertas afuera. Era de esperar que un personaje tan genuino y lleno de matices como Tyrion Lannister la acabase liando tarde o temprano, pero es que además, hasta ahora sólo se ha dedicado a situar los hilos y fijar las oportunas conexiones, así que la cosa está como para agarrarse y no soltarse. Y como no podía ser de otra manera en la casa Lannister, todo queda en familiar, para lo bueno y para lo malo. Un capítulo que a los pocos nos sorprende con una baja muy importante (que tampoco nos debe consternar dado lo que esta serie nos ha enseñado sobre sí misma y sobre lo que es capaz durante el magnífico tercer acto de su primera temporada), que cambia por completo el panorama de la guerra por el Trono de Hierro, y de ahí en absoluto in crescendo hacia un clímax que se promete espectacular y desbordante, pero cuyos preparativos previos, el calculado y trabajado preclímax, constituye la chicha, el cuerpo mismo de la auténtica narración, con esa incierta luz al final de un apasionante túnel. Mientras el tablero para la gran guerra va definiendo poco a poco la totalidad de sus posiciones, la pequeña Arya encuentra en su particular odisea por fin el aliado/mentor que le ayudará a ofrecer todo el potencial que de ella esperamos y deseamos ver, y la carismática Khaleesi descansa con todo lujo del largo éxodo que le espera a ella y a su pueblo adoptivo, y empieza a diseñar su estrategia de asalto al deseado Trono. Pero, ¿renunciará por tal fin a la memoria de su amado híbrido animalesco ininteligible, y lo que a muchos y muchas disgustará, a su condición de heroína femenina independiente? Lo que sea con tal de ver a los dragones en la guerra.

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