EL REMAKE QUE SURGIÓ DEL FRÍO – ‘MILLENNIUM: LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES’, de David Fincher

MILLENNIUM: LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES – Millennium: The girl with the dragon tattoo (2011) de David Fincher

No se me ocurre ningún otro director que lidie mejor con las exigencias de las majors que David Fincher. Como responsable de una de las filmografías más interesantes del momento, hace años que se las arregla para gozar de carta blanca como autor a cambio de lo que parece ser el cumplimiento de un acuerdo de mínimos con la productora. Su estrategia vendría a ser algo así como mantener el mecenazgo de un artista en cuyo método de trabajo nadie se inmiscuye siempre y cuando garantice que la obra final alcance la cotización esperada en el mercado. No es descabellado imaginarse a altos mandos de Sony intentando convencer al director, novela en mano, para que venciera sus reticencias a firmar un remake de la adaptación de uno de los best seller del momento con el nada pueril argumento de que el ideario del sueco Stieg Larsson guarda un más que sospechoso parentesco con las partes más oscuras y sórdidas de la filmografía de Fincher. Es ahí donde hay que buscar el acicate final para que el director de Se7en se haga cargo de un fenómeno literario tan apasionado como denostado. Al fin y al cabo, lo que más le fascinó de Millennium a Fincher fue comprobar cómo una historia tan perversa y sádica era capaz de captar la atención del público masivo hasta elevarlo casi a la categoría de culto. En otras palabras, todo un filón para alguien que siempre ha encontrado en la figura del asesino en serie una inagotable fuente de inspiración, por mucho que la trilogía ya contara con una correcta adaptación en su país de origen.

Desentrañar las claves del fenómeno literario de Millennium se antoja una tarea tan infructuosa como innecesaria, pero hay cierto consenso en afirmar que su éxito poco tenía que ver con el estilo de su autor, un narrador audaz pero falto de personalidad, eficiente y efectista, pero de escaso o nulo calado y, sobre todo, sin un sello equiparable al de los maestros de la novela negra que tomaba como referente. Aun con todas esas taras –insisto, procedentes de fábrica–, el material base de Larsson sobre el que se asienta el guión de Steven Zaillian en esta Los hombres que no amaban a las mujeres adquiere un nuevo sentido en manos de Fincher, que despliega todo su manual de estilo para sofisticar el texto original hasta cotas con las que su autor jamás habría soñado sobre el papel. Aquí, la historia de Mikael Blomkvist (Daniel Craig), periodista en horas bajas, y Lisbeth Salander (Rooney Mara), hacker por encima del bien y del mal –tan asocial como magnética–, a quienes un enigmático empresario (Christopher Plummer) encarga la turbia labor de escarbar en su pasado familiar para desentrañar la desaparición de su sobrina a cambio de suculenta información sobre las corruptelas de uno de los mayores grupos empresariales de Suecia, se vuelve un thriller de casi tres horas de duración con un ritmo endiabladamente calculado que vendría a ocupar un lugar a medio camino entre Se7en, la película que estableció las bases del thriller fincheriano, y Zodiac, la que las llevó a su punto más álgido. Mientras la primera se centraba en los aspectos más espinosos de la obra de un psicópata y la segunda convertía la obsesión por su búsqueda y captura en una enfermedad mental, esta Millennium guardaría la misma distancia con ambas para explorar los aspectos más perversos que se ocultan bajo la nieve, sacando a la superficie la mugre que una nación tan modélica como la sueca habría sumergido en favor de su prosperidad.

No es equivocado decir que Los hombres que no amaban a las mujeres es justamente lo que uno espera de ella. Fincher cumple sobradamente con las expectativas, aunque no parezca muy preocupado por superarlas. En un principio, el buen sabor de boca de la excelsa La red social invita a estimar esta entrega de Millennium muy por encima de sus características reales cuando no habría que concederle más valor que el de un thriller ejemplarizante que cumple de manera impecable con los consabidos estándares fincherianos (montaje estudiado, ritmo acelerado, medidos ejercicios de estilo, planificación modélica, fotografía absorbente, atmósferas hipnóticas, música arriesgada, personajes desalmados...) , pero es tan exigente y frenética en su ejecución como seria en su expresión. Que Fincher diseccione con precisión de cirujano las bajezas de un catálogo de personajes tan oscuros siempre será algo que el espectador de paladar más exigente sabrá apreciar, pero alguien debería decirle al director de El club de la lucha que, de cerebral y calculador, corre el riesgo de dejarse el alma por el camino. En el mejor de los casos, el espectador saldrá con el frío calado hasta los huesos; en el peor, servirá para confirmar que el manual de estilo de Fincher no encuentra rival en el Hollywood del momento.

Ficha técnica

5 comentarios en «EL REMAKE QUE SURGIÓ DEL FRÍO – ‘MILLENNIUM: LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES’, de David Fincher»

  1. Me enganché a la serie Millenium versión sueca, y me pareció algo más que correcta, sin saber de que iba la historia, y la que más me cautivó como personaje fué Lisbeth¡¡¡ La actriz Noomi me pareció increíble, en algunos momnetos un poco exagerada, pero es que el propio personaje es así. He visto los trailers de la de Fincher y se parece mucho mucho, tendré que ir a verla al cine para opinar.
    Ah me olvidaba me gustó tanto que ví las tres películas y además hace poco las versiones extendidas convertidas en miniserie de 6 capítulos. Me quedo con las 3 pelis.
    Saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

RSS
Suscríbete por correo
Instagram