MICHAEL BAY PRESIDIRÁ EL JURADO DEL 65º FESTIVAL DE CANNES

Gilles Jacob, presidente del Festival de Cannes, ha anunciado en el día de ayer, mediante un escueto comunicado de prensa, la designación del realizador y productor estadounidense Michael Bay como cabeza del jurado en la próxima edición del certamen, que cumplirá, allá por el mes de mayo, la edad de jubilación. Un anuncio que se produce mucho antes de lo habitual y parece obedecer a la voluntad de una mayor expectación ante el certamen.

Responsable de blockbusters como Armageddon, La roca o la saga Transformers, propuestas más incomprendidas como su colosal lectura de los ataques a Pearl Harbor, o títulos de culto como Dos policías rebeldes y su continuación, o la fábula de ciencia-ficción La isla, con reminiscencias de Stanley Kubrick o Andrei Tarkovsky, la elección de Bay responde, en palabras de Jacob, a “un mayor acercamiento a las esencias del arte cinematográfico, a sus estructuras básicas de montaje, a la significación de la luminosidad, a la persistencia del ritmo narrativo”, que el cineasta representa, y del que destaca además “su acertada exploración de los mayores miedos de las sociedades del siglo XXI, y la proyección de estos hacia los fantasmas más profundos de la naturaleza humana”.

A través su página web, Bay no ha tardado en manifestar su sorpresa y su alegría por la noticia, que le llena, textualmente, “de orgullo y satisfacción”. Afirma querer contribuir, con su particular mirada, a “la consolidación de tendencias cinematográficas que funcionen por encima de la potente industria hollywoodiense y que marquen el devenir del arte fílmico, como medio y como lenguaje”. Asegura que se preparará a conciencia para ese reto, y que se marca como principal objetivo el reconocimiento y promoción de “propuestas narrativas más arriesgadas, a las que se le suele negar el sitio en los circuitos de exhibición convencionales”.

Ahora sólo queda conocer, en los próximos meses, la configuración final del cuadro de miembros, con los ocho profesionales de reconocido prestigio que acompañarán al exitoso cineasta así como las presidencias de los demás jurados. Por supuesto, la maquinaria del Twitter se ha puesto a trabajar, y ya se barajan nombres como el de su compatriota, la actriz Paz de la Huerta, la cantante y actriz italo-francesa Carla Bruni, el vanguardista director, productor y guionista alemán Uwe Boll, el polifacético artista hongkonés Jackie Chan, el actor inglés Orlando Bloom o el cómico y guionista canadiense Mike Myers. Algunos insiders hablan incluso de la posibilidad de que uno de los asientos sea ocupado por el polémico cineasta danés Lars von Trier, a modo de reconciliación entre el festival y el que otrora fue uno de sus niños mimados.

Se rumorea asimismo, no sin cierta base, con la colocación del crítico español Carlos Boyero al frente de la sección Una Cierta Mirada, aquella que cada año recoge el cine más invisible y atrevido desde todos los rincones del planeta, y que sólo paladares exigentes como el del crítico de El País saben sacar el máximo provecho. Así como el cineasta Roland Emmerich, maestro del cine de catástrofes (Godzilla, El día de mañana, 2012) y conocido activista contra el cambio climático, tiene todas las papeletas para encabezar el jurado de la Cámara de Oro, que cada año premia a las mejores óperas primas en cada sección.

En definitiva, y volviendo al tema principal del artículo, estamos ante una decisión que traerá no poca cola, y que ya cuenta con una amplia campaña de rechazo en Twitter, el barómetro de la actualidad mundial minuto a minuto. Y a vosotros, lectores, ¿qué os parece esta designación? ¿Un error desmesurado e indignante, consecuencia de la voluntad del festival de abrirse a otros públicos? ¿O más bien un acierto a la hora de redefinir un certamen que se ha quedado demasiado estancado en los últimos años y necesita un punto de inflexión?

Fuente: Variety