UPFRONTS 2011 – LAS APUESTAS: 10 NUEVAS SERIES PARA EL OTOÑO

Hace ya dos meses que os informamos de las cancelaciones, renovaciones y estrenos de las televisiones generalistas de cara a la temporada 2011-2012. Esta misma semana, Michael Ausiello (director de TVLine y ex-estrella de Entertainment Weekly), el mayor gurú periodístico de la ficción televisiva, actualizó su lista de las 10 series más prometedoras, tras haber visto muchos de los pilotos y algún que otro avance más. Igualmente, él mismo coordinará y moderará muchos de los actos de la Comic Con, que arrancó en el día de ayer, como cada verano, en San Diego.

Una longeva convención friki, punto de encuentro internacional de industria, creadores y público, que como su nombre bien dice, comenzó siendo un lugar de reunión de la industria del cómic, pero que en los últimos años se ha extendido de tal manera al cine y la televisión, que estas copan todo el protagonismo mediático. Y toca estar ojo avizor, porque será de nuevo el escenario elegido por las diferentes cadenas, generalistas y de cable, para mostrar sus cartas para la nueva temporada, con proyecciones y adelantos tanto de las novatas como de las veteranas.

Por ello, antes de que las opiniones más “oficiales” nos empiecen a intoxicar, os traemos nuestra propia lista de lo que (creemos que) será lo más interesante que aterrice en las públicas el próximo otoño (y ojo, que mucha artillería pesada espera en invierno). Impresiones y augurios muy inocentes y nada orientados, y por tanto, más sinceros, que tendrán, como cada año, sus agradables aciertos y sus monumentales equivocaciones. Y viendo la escabechina general (en crítica pero sobre todo en audiencias) que han sido estas dos últimas temporadas, como para no andar ojo avizor. El cable, como bien sabéis, es una liga aparte, y como tal, sus novedades se comentarán en una entrada independiente.

Como ya os adelantamos en el informe de los upfronts, las televisiones públicas centrarán sus mayores esfuerzos y sus producciones más arriesgadas en sus maltrechos bloques de “dramas” (formatos de una hora, para ser más exactos), todavía huérfanos de Perdidos (sus pretendidas sustitutas, FlashForward y The Event, han fracasado estrepitosamente) con Fringe o Chuck, series de culto en antena, en la cuerda floja, y apenas copados por los procedimentales de la CBS, por esa joya aclamada por críticos y minorías titulada The good wife y por ese formato tan sui generis que es Glee. El actual mapa de comedias goza de mucha mejor salud, por lo que la savia nueva huele a rancia desde lejos, con multitud de títulos cuya gran mayoría no parece aportar nada nuevo, ni siquiera las básicas risas.

Pues eso. Aquí os dejamos con nuestras diez apuestas, por orden de estreno. Esperamos reacciones y propuestas en los comentarios.


Ringer (13 de septiembre): la primera en llegar pertenece a The CW, minoritaria y joven network producto de la fusión de Warner Bros. TV y UPN (CBS-Paramount), a la que nunca hemos prestado especial caso, por estar dirigida a un nicho de público muy específico (femenino y adolescente), pero que esta vez merecerá una oportunidad. Los whedonistas están de enhorabuena, porque vuelve Sarah “Buffy” Michelle Gellar no con uno, sino con dos personajes complementarios y solapados, todo un reto interpretativo. Una mujer en proceso de rehabilitación por drogadicción y alcoholismo usurpa la identidad de su exitosa hermana gemela, misteriosamente desaparecida, tras convertirse en el única testigo de un asesinato. Durante su continua huida, pese a la protección policial, va descubriendo que la vida de su hermana no era tan idílica como parecía. Culebrón criminal a la latinoamericana con ínfulas de manido y tópico terror psicológico, que si bien puede espantar como película, sí podría resultar interesante en formato seriado, con mucho juego de intriga y enigmas. Entre los secundarios podemos encontrar a Néstor Carbonell (Richard Alpert en Perdidos) e Ioan Gruffudd (Los cuatro fantásticos). Sus creadores han firmado varios capítulos de Supernatural, veterana de la cadena.


The Playboy Club (19 de septiembre): la necesitada NBC jugará al todo o nada esta temporada, y por ello apostará por proyectos arriesgados y diferentes, que normalmente sólo tendrían cabida en el cable. Como este drama de época, con aroma a Mad Men por los cuatro costados, que tendrá que lidiar con la sutileza para no irritar a los poderosos lobbies conservadores que determinan la parrilla televisiva (que ya han empezado a atacar antes incluso de la presentación de la serie), y con un cierto atrevimiento para convencer a aquellos que no se explican una película sobre Playboy sin desnudos ni sexo explícitos. El argumento, al igual que la estética, remite al noir más puro, teniendo de escenario a Chicago en los movidos años '60, con la mafia local en su máximo esplendor. En la primera sucursal del “club del conejo” en la ciudad, un abogado con aspiraciones políticas y pasado criminal le toca defender, por lo civil o por lo extraoficial, a una conejita que se ha metido en un buen lío con la mafia. Así como todo un microcosmos de vicio e hipocresía, en el que todos los personajes guardan un secreto, sin excepción. Tal cual Mad Men. Si las asociaciones moralistas y los líderes de opinión la dejan respirar, puede llegar alto. El experimentado Alan Taylor (un fijo en la HBO) dirige el piloto, y el reparto está compuesto más por caras que por nombres. Entre los productores figura Brian Grazer (Una mente maravillosa, American Gangster).


New girl (20 de septiembre): la única sitcom que se ha colado en nuestra criba, más que nada porque el resto de propuestas dejaban mucho que desear (y eso que eran bastantes), pero también porque parece destilar una cierta frescura que la puede convertir en una serie de éxito. Fox pretende afianzar su bloque de comedia de los martes, emplazándola entre Glee y Raising Hope. Se trata de una sitcom de compañeros de piso de veintitantos, que comienza con un particular “casting”: una chica guapa, alegre, soñadora y algo ingenua (Zooey Deschanel, protagonista de lujo) acaba de romper con un relación “ideal”, y acaba conviviendo con tres chicos solteros, lo que dará lugar a todo un juego de enredos y líos centrados en esta Campanilla del siglo XXI. Concebida con alma femenina pero fácilmente exportable al público masculino, tiene alguna que otra papeleta de acabar siendo un producto longevo. Producida por Jake Kasdan, hijo de Lawrence Kasdan y uno de los responsables de aquella efímera maravilla titulada Freaks and Geeks.

Unforgettable (20 de septiembre): todos los años aparece, con mayor o menos éxito, un procedimental que pega diferente, que se distancia en mayor o menor medida de las fórmulas requetemascadas y reconocibles. Y este otoño le toca a esta serie, que añade ciertos tintes sobrenaturales al clima general de misterio, en la casa de los procedimentales policiales por excelencia, la CBS. Una ex-policía posee una habilidad extraordinaria: una memoria prodigiosa, completa, exacta y detallada, que la hace volver a la profesión y trabajar junto a su ex-novio en la resolución de homicidios. Pero lo más interesante es la existencia de un trama durativa, serializada, en cuya alternancia y solapamiento con los argumentos episódicos estará el logro diferencial de la serie: lo único que este agente no puede recordar son los detalles de la muerte de su hermana, su gran espina clavada. El dúo protagonista lo conforman Poppy Montgomery (Sin rastro) y Dylan Walsh (Nip/Tuck). La actriz repetirá con el creador, Ed Redlich (El abogado), con el que ya que coincidió en la serie del agente Malone.


Person of interest (22 de septiembre): la mejor ficha técnica de todas. La CBS, con las mejores audiencias y productos consolidados, quiere jugar en serio en el terreno de las series de culto (la admiración de The good wife todavía es relativamente minoritaria), y ha puesto toda la carne en el asador. Una pareja protagonista de excepción, con Michael Emerson (el inquietante y perturbador Ben Linus de Perdidos) y Jim Caviezel (el Jesucristo de Mel Gibson), y un equipo creativo comandado por Jonathan Nolan (hermano de Christopher y co-guionista de Memento , El truco final y El caballero oscuro ) con el hiperactivo J.J. Abrams a la cabeza de la producción. Un ex-agente de la CIA al que creían muerto (Caviezel) empieza a trabajar para un multimillonario (Emerson) que ha desarrollado un sistema para predecir futuros crímenes (a lo Minority report) y así se toman la justicia por su mano en la prevención de estos actos. Una interesante fórmula procedimental inicial que podría acabar derivando en algo más complejo y continuo, al menos eso se espera de su guionista principal. El apellido Nolan, el esperado regreso de Emerson y la que se supone que será la gran nueva criatura de Abrams tras el fiasco de Undercovers (Alcatraz espera en invierno), son tres delicias demasiado tentadoras como para no prestarle atención a esta serie desde el primer momento.


Pan Am (25 de septiembre): el éxito de Mad Men es tal que su estela se está introduciendo en las majors televisivas, pues estamos ante otro drama de época, situado en los '60 y con la elegancia clásica como primera pantalla. Pero además esta serie se atreve con algo insólito: el llevar un relato seriado por los aires, literalmente. Lo que significa una escenario itinerante, una air movie por entregas, visitando las ciudades más emblemáticas del globo. Las imágenes de los pilotos y azafatas en los grandes aeropuertos y lujosos hoteles son poco menos que irresistibles. Con el protagonismo de ellas como diferencia, como epicentro de esa crítica retroactiva a una sociedad entonces muy falsa y cínica, los líos de faldas están asegurados, pero además, contaremos con llamativas tramas de espionaje internacional. Creada por Jack Orman (Urgencias), con Christina Ricci acaparando todos los focos de un reparto sin demasiadas caras conocidas. ABC ha tomado la incierta decisión de emplazarla el domingo, después de Mujeres desesperadas (cuya próxima temporada se rumorea que empieza a rumorear que será la última), y cerrando el bloque de tres horas cuando se incorpore, a finales de octubre, Once upon a time, el otro gran estreno de la network de Disney. Una extraña competencia con la noche de la comedia animada en Fox. Alberto Rey ha tenido el exclusivo privilegio de visionar el piloto, y se le ha hecho tanto la boca agua que no vacila en compararla una y otra vez, en calidad, con los hombres locos de la calle Madison. Un listón que invita al optimismo, pero al mismo tiempo, podría volverse en su contra.


Terra Nova (26 de septiembre): al señor Spielberg le está empezando a afectar el que ya se puede llamar “síndrome Abrams” (lógico que acabasen trabajando juntos en Super 8). La tutela de demasiados proyectos acaba teniendo consecuencias generalmente negativas. United States of Tara ha sufrido una dolorosa y repentina cancelación, la prometedora serie veraniega Falling Skies no termina de convencer, y la que ahora nos ocupa lleva acumulado un preocupante historial de demoras y aplazamientos que parece gritar “gafe” a lo lejos. Y teniendo en cuenta que el conductor de la nave es Brannon Braga, quien acumula ya dos proyectos fallidos en su primera temporada tras una alto bombo (Thresold y FlashForward), ambos de ciencia-ficción, pues como para no estar asustados. Se esperaba emitir su piloto de dos horas en mayo, multiplicando el bombo aún más. Fox ha tirado la casa por la ventana, encargando trece episodios del tirón sin pasar por el piloto previo. Y esas son las entregas de una primera temporada que se despedirá en invierno, siendo sustituida por Alcatraz. Seguro que se respira un gran clima de inseguridad en las oficinas del zorro, porque la expectación y los altos costes pueden ser obstáculos muy grandes para esta especie de cruce entre Avatar y Parque Jurásico, en el que la civilización occidental está al borde de la extinción en un futuro preapocalíptico, y una serie de elegidos viaja atrás en el tiempo, hacia la más alta Prehistoria. Pese a todo, el visionado es casi obligatorio, porque su éxito puede romper aún más barreras en la ficción televisiva. El reparto está encabezado por Jason O'Mara (Life on Mars) y Stephen Lang (precisamente el antagonista de Avatar). En el equipo creativo y ejecutivo encontramos también a Craig Silverstein (responsable del remake de Nikita), con el crédito de creador, y Jon Cassar, mano derecha de Joel Surnow en 24 y The Kennedys. El piloto lo dirige Alex Graves, con larga experiencia en El abogado y El ala oeste de la Casa Blanca.


Grimm (21 de octubre): otra arriesgada apuesta de la NBC, que ya parte de un obstáculo tan grande como es la localización en la suicida noche de los viernes. Sus posibilidades de éxito radican en el pronto logro de una minoría fiel que le acompañe constantemente, por ello acompañará a Chuck en dicho sitio de la parrilla e intentará arrastrar a sus luchadores y sufridores fans, que la han rescatado contrarreloj en numerosas ocasiones, incluso después de su primera cancelación, y que esta temporada se quedarán finalmente huérfanos. Pero la cadena del pavo también se la juega muchísimo al enfrentarla directamente a Fringe y Supernatural, series de similar naturaleza y nicho de público ya consolidadas, especialmente la segunda. Porque el título no engaña: estamos ante una especie de procedimental fantástico que trae al tiempo presente las historias y criaturas del universo de los hermanos Grimm. Una fórmula que dificulta considerablemente la fidelización, aunque bajo la misma funcionaron aquellas mencionadas series en sus inicios, antes de desarrollar argumentos más complejos y durativos. Se encuentra en los primeros puestos de las apuestas a las primeras cancelaciones, pero si da con su propia tecla de supervivencia, se convertirá en todo un producto de culto. Detrás del proyecto está David Greenwalt, guionista de Buffy y co-creador de Angel, y en el reparto destacan Russell Hornsby (Luke de En terapia) y Silas Weir Mitchell (Patoshik de Prison Break).


Once upon a time (23 de octubre): la ABC, al igual que la NBC, está de completa regeneración, y ha decidido ganarse a pulso la noche de los domingos, que abrirá este original y atrevido formato de la mano del tándem Adam Horowitz y Edward Kitsis, que han firmado una veintena de episodios de Perdidos. El planteamiento guarda algunas similutes con Grimm, aunque más bien parece una versión maligna y oscura de Las crónicas de Narnia, algo parecido a Historias de la cripta con una estructura constante y permanente, una producción más ambiciosa y un target de público algo más amplio que aquella y más sofisticado que Embrujadas. Pretenderá actualizar la mitología de los cuentos tradicionales y universales al momento presente, con el envoltorio de un relato de terror para niños que irá evolucionando hacia una audiencia más adulta. Jennifer Morrison (la Dra. Cameron en House y el último amor fallido de Ted Mosby en Cómo conocí a vuestra madre) Ginnifer Goodwin y Jennifer Morrison) es una recaudadora de fianzas que llega a una villa ficticia cuyos habitantes, incluida la propia protagonista, son alter egos (a veces malignos) de personajes de cuentos clásicos, pero en principio no lo saben y lo irán descubriendo poco a poco, librándose una continua lucha entre el bien y el mal cuya clave se encontrará en los propios cuentos. Blancanieves, el Príncipe Azul, Pepito Grillo, la Reina y su Espejo, etc. El reparto está repleto de ilustres caras, como la de Robert Carlyle (Trainspotting, Full Monty), o los más televisivos Ginnifer Goodwin (Big Love) y Giancarlo Esposito (Breaking Bad).


Allen Gregory (30 de octubre): Jonah Hill (Supersalidos, Hazme reír) produce y “protagoniza” esta irreverente sitcom de animación, que completará el bloque respectivo de la Fox la noche del domingo, puesto que Bob's Burgers y la debutante Napoleon Dynamite se han desplazado a la midseason. David A. Goodman, productor de Padre de familia, ocupará el asiento del showrunner. El protagonista, que da título a la serie, es un niño de siete años muy maduro e intelectual para su edad, que más bien parece un cuarentón neurótico atrapado en un cuerpo infantil. Su hogar no podría ser más variopinto: su padre, la pareja de éste, del mismo sexo y bastante más joven, al que Allen no tiene ni el más mínimo respeto, y su hermana, una niña camboyana adoptada. La escuela de Judd Apatow llega a la comedia animada de masas, dominada en las últimas dos décadas por las factorías Groening y McFarlane. Veremos que tal funciona, y si no tiene que acabar siendo rescatada por un canal de cable.


Al fin y al cabo, esta lista está elaborada, como tantas, por criterios mayormente subjetivos. Así que os dejamos con la lista completa de estrenos, para que vosotros mismos decidáis vuestras nuevas compañeras de viaje, así como la parrilla de otoño de las cadenas generalistas, para comprobar de vuestra propia mano los duelos de programación, que aunque no afecten a nuestro seguimiento, sí lo hacen a la propia supervivencia de las series: la guerra de las audiencias es la ley de selva, todos lo sabemos.

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