GATO BARBIERI: BSO de ‘EL ÚLTIMO TANGO EN PARÍS’ (1972) de Bernardo Bertolucci

Marlon Brando estará ahora mismo como loco buscando mantequilla suficiente para toda la eternidad. Hoy nos ha dejado, a los 58 años, Maria Schneider, su particular partner en la mitificada y eternamente polémica El último tango en París. Sin duda, una de las películas con mayor carga erótica en la historia del cine a nivel comercial. Censurada parcial o totalmente en multitud de países, la obra que lanzó internacionalmente a Bertolucci (cineasta con habitual tendencia a la inclusión de sexo explícito en sus títulos) será especialmente recordada por aquella escena memorable (o bochornosa, según se mire) en la que el personaje de Brando, en una de sus mejores interpretaciones, pide a su joven y efímera "follamiga" que utilice la mantequilla como lubricante. Irónicamente, se trataba de una secuencia no escrita, improvisada entre el cineasta director y el actor, y cuya inclusión, sin previo aviso, indignó profundamente a la actriz. De alguna manera, ese ascenso tan brusco y precoz de la intérprete, engrandecido por la repercusión del film, su transcendencia y la multitud de leyendas que se crearon alrededor, acabó suponiendo su maldición, su estancamiento como eterna promesa, y catapultándola a un ostracismo que nunca fue capaz de superar.

Dedicamos por tanto nuestra banda sonora semanal a la memoria de la actriz y de la película que la lanzó a la (efímera) fama, que encuentra una de sus principales virtudes en los agridulces y nostálgicos acordes jazzísticos del argentino Gato Barbieri, presentes en la obra de principio a fin, sirviendo como un perfecto leit-motiv del estado y la evolución anímica del personaje protagonista. Una melodía que enseguida nos recordarán a aquellas escenas tórridas de Brando y Schneider, y a una versión algo diferente de esa sempiterna evocación de París como meca del romanticismo.

Unas notas tan míticas no pueden evitar, de ninguna manera, ser continuamente homenajeadas y versionadas, y más cuando se trata de una expresión musical fronteriza entre géneros y estilos tan heterogéneos, entre blues y tango, entre la escuela mediterránea y la porteña. Desde la voz más soul de Marlena Shaw (versión con letra), hasta el poderío de los franceses Traffic Quintet, grupo de cuerdas dirigido por el prolífico y reputado Alexandre Desplat, pasando por el eclecticismo y la fusión de Gotan Project. En fin, para todos los gustos y momentos, pero siempre con la misma alma. Y ya que estáis, echadle un oído a ese disco de Traffic Quintet, compuesto enteramente por interpretaciones y variaciones de partituras de la nouvelle vague, desde Godard hasta Audiard (literalmente).

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